Macron hablará ante el Congreso de Estados Unidos
AFP
El presidente francés Emmanuel Macron pronunciará un discurso este miércoles ante el Congreso de Estados Unidos donde podrá exponer su propia visión del mundo, luego de alternar duras discusiones y exuberantes muestras de cortesía con Donald Trump.
El líder francés de 40 años comenzará la jornada con una alocución solemne en el edificio del Capitolio, en Washington, ante los 100 senadores y los 435 diputados estadounidenses. El honor ya concedido a varios mandatarios galos, cayó por última vez en Nicolas Sarkozy en 2007.
Luego de visitar la biblioteca del Congreso, será recibido por el presidente saliente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. En sesión plenaria del Congreso, hablará exactamente 58 años después de que lo hiciera el general de Gaulle.
Hay versiones que señalan que el actual ocupante del Palacio del Elíseo hablará en inglés.
Según el entorno de la presidencia francesa, Macron evocará las relaciones históricas entre Francia y Estados Unidos, pero confrontadas a nuevos desafíos como el crecimiento de la desigualdad, la degradación del planeta, el terrorismo, los ataques contra los valores democráticos y el surgimiento de los nacionalismos.
Ante los legisladores hará un llamado por una acción común para "reinventar el orden mundial del siglo 21" y afirmará que Estados Unidos y Francia, juntos, deben mostrar su voluntad de "continuar escribiendo la historia juntos".
El tono en la tarde será más ligero. Macron intercambiará ideas con estudiantes de la universidad George Washington, como ha hecho en otras visitas.
Esos intercambios, que generalmente publica en las redes sociales, le sirven al mandatario para desarrollar sus argumentos sobre cualquier tema y responder a eventuales críticas.
Y probablemente servirán para pasar la página a las discusiones diplomáticas con Trump, especialmente arduas la víspera sobre el acuerdo nuclear iraní, ante un presidente, que, reconoció Macron, como él, "no cambia fácilmente de opinión".
Su contraparte estadounidense no cedió en sus posiciones, sea su condena sin tregua al acuerdo con Teherán -"un desastre"- que Francia defiende, o sobre el comercio "injusto" con la Unión Europea, para la que París jugaba el rol de abogado.
Y al mismo tiempo, Donald Trump desplegó una desbordada demostración de amistad, con besos, palmadas y largos apretones. El francés le correspondió con igual entusiasmo y gestos fraternales.
Reunión con empresarios
Sobre el contencioso iraní, los dos líderes coincidieron en la negociación de un "nuevo acuerdo", aunque fueron evasivos sobre el perfil, el alcance y las consecuencias exactas de estas negociaciones.
Queda la incógnita si los países cofirmantes como Alemania, China o Rusia estarían dispuestos a renegociar un nuevo acuerdo, mientras que Irán ya advirtió contra cualquier salida estadounidense del pacto de 2015.
El presidente francés tampoco obtuvo mucho sobre Acuerdo de París sobre cambio climático, al que aún espera regrese Estados Unidos, ni sobre las tarifas impuestas por Trump al acero y el aluminio.
Sobre lo último, el entorno de Macron no perdía el martes todavía las esperanzas de que la exención temporaria de tarifas a los países de la Unión Europea -que vence el 1 de mayo- sea vuelva definitiva.
Macron también aprovechó su viaje para reunirse el martes con una treintena de las cabezas de grandes grupos empresariales estadounidenses, como JP Morgan o Pepsi-Cola.
"France is back" ("Francia regresó"), les dijo, repitiendo su intervención en Davos.