AFP
Los llamados Juegos de la Paz, los Juegos de Invierno de Pyeongchang-2018 levantarán el telón con la ceremonia inaugural a las 08:00 de la mañana (hora de local) en un evento que inesperadamente vive un clima de distensión entre las dos Coreas.
Los 22 miembros de la delegación norcoreana desfilarán junto a sus vecinos surcoreanos, que cuentan con 121 deportistas en el evento, todos detrás de una bandera con el mapa de la península sobre un fondo blanco.
El Barón Pierre de Coubertin pensó en los Juegos Olímpicos como un elemento de entente y convivialidad entre los pueblos, algo que vivirá uno de sus sucesores, el alemán Thomas Bach, actual presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).
Bach fue uno de los relevistas de la llama olímpica este viernes.
"Es una gran emoción porque la llama es un símbolo de paz y tolerancia. Estoy seguro de que Corea mostrará su cultura y dará la bienvenida al mundo con este festival. Deseo que estos Juegos sean recordados como un gran festival a escala humana. Este es el mensaje que quiero que llegue", señaló Bach, ese viernes, tras llevar la llama.
Guiños a la distensión
Pocas horas después, Bach lanzará la célebre frase "declaro los juegos inaugurados".
Otro guiño de la distensión coreana en estos Juegos es que un equipo unificado de hockey sobre hielo femenino disputará la competición con jugadoras de ambos países.
Tras el período del 9 al 25 de febrero, fecha de la conclusión de los Juegos, se verá si estos guiños a la distensión son sólidos de cara al futuro.
Pero si las dos Coreas y el COI pueden estar satisfechos de las señales de distensión de ambos países, que siguen teóricamente en guerra desde 1953 al no haberse firmado ningún tratado de paz desde el acuerdo de armisticio de ese año, en Rusia la decepción es evidente.
La apelación de 47 rusos que deseaban participar en los Juegos Pyeongchang fue rechazada este viernes por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) a pocas horas de la ceremonia de apertura.
Apelación rusa rechazada
Entre estos deportistas y entrenadores figuran la estrella rusa de short-track, Viktor Ahn, sextuple campeón olímpico, o el biatleta Anton Shipulin.
Por el momento, 168 deportistas rusos considerados como "limpios" por el COI han sido admitidos a participar en los Juegos con bandera olímpica, debido a la suspensión del Comité Olímpico Ruso.
Esta suspensión, decidida el 5 de diciembre, es consecuencia de la puesta en práctica de un sistema de dopaje institucionalizado en Rusia, particularmente en los Juegos de Invierno de Sochi-2014.
De este modo, unos 2.990 deportistas de 92 países lucharán por los 102 oros en juego.
El esquí alpino, disciplina reina de los Juegos, ofrecerá desde el domingo su gran cita, con el descenso masculino. Aksel Lund Svindal, Ted Ligety, Beat Feuz, Thomas Dressen, Kjetil Jansrud y Dominik Paris, algunos de los grandes nombres del circuito, ya se dejarán ver. Marcel Hischer, el rey de las pruebas técnicas, debutará el 13 de febrero, en la combinada.
En la prueba femenina, el cartel es atractivo, con el fantástico duelo que librarán las estadounidenses Lindsey Vonn (33 años, 81 victorias en Copa del Mundo, récord en mujeres) y Michaela Schiffin (22 años y 42 victorias).
Schiffrin se convirtió en Sochi en la más joven campeona olímpica de eslalon de la historia, con 18 años y 345 días.
Otro prodigio a seguir será la estadounidense Chloé Kim, estrella del snowboard, que no pudo participar en Sochi al tener solo trece años.
España opta a tres medallas, siendo su mayor baza el patinador artístico Javier Fernández.
Latinoamérica con más de 30 representantes bate el récord de participantes, con el debut de Ecuador en el evento.
Pero además de las medallas, habrá historias humanas interesantes y desafíos personales, como la del mexicano Germán Madrazo, clasificado a los 15 km de esquí de fondo, doce meses después de haber aprendido a esquiar, cuando ya contaba con 42 años.