Los habitantes de un pueblo Reino Unido que eran dueños de un centro de pornografía sin saberlo
Es una pequeña localidad de unas 27.000 personas que se convirtió en un núcleo de la industria de la pornografía y otros negocios turbios en internet. Y sin que sus habitantes se dieran cuenta.
Cientos de personas de Consett, un pueblo del norte de Reino Unido, pasaron de vivir del acero a convertirse en "directores fantasma" de compañías involucradas en empresas de producción de porno, juegos de azar, turismo y citas pagadas por internet.
Se trataba de compañías fantasma, creadas para dar una dirección en Reino Unido -así como un directorio, un registro y un registro impositivo- a empresas del extranjero que lo necesitan si quieren operar en Europa.
Aunque muchos de ellos aceptaron que firmaron para convertirse en directores de esas firmas, nunca les dijeron que se dedicaban a ese tipo de negocios, sino a sitios de "citas inocentes" y "bingos". Y añadieron que firmaron esos documentos para recibir un "poco de efectivo extra".
Así lo reveló una investigación de la agencia Reuters que se conoció este viernes.
Pero lo más extraño, de acuerdo al informe, es la forma en que los habitantes de este condado se involucraron en la red de compañías virtuales: recibiendo y enviando sobres por correo.
¿Cómo? Pues resulta que a la mayoría de estas personas se les pagó por los sobres que "pasaban y recibían en sus residencias", según Reuters.
"Yo no sabía realmente en lo que estaba metido.", le dijo a la BBC John Mawson, uno de los nombres que salió en la investigación.
"Hasta que hace dos años decidí buscar en Google el nombre de la empresa de la que supuestamente era director y me di cuenta que era un sitio de pornografía", agregó.
Sin embargo, el presunto cerebro de todo esto engaño, y hacia donde apuntaron los dedos acusadores, fue Simon Dowson: él creó las empresas fantasma, reclutó a los directores y aseguró a Reuters que todas las personas involucradas sabían a lo que se estaban dedicando.
"El tema de los sobres eran los pagos que se hacían a cada empresa que llegaban al domicilio registrado y me las enviaban a mi para yo tener toda la información. La que recibían eran por la administración de esos documentos", dijo Dawson.
"Nadie fue dejado en la oscuridad, a todos se les aclaróqué estaban firmando, qué rol tenía en la compañía y los documentos que tenían que aprobar", aclaró.
Todo esto en un pueblo que venía acarreando desde los años 80 el peso del cierre de las principales empresas de aceros de la zona y que dejó 4.500 personas sin empleo.
El método
Pero más allá de lo que dicen los involucrados, la investigación de Reuters reveló que al menos a 429 personas de Consett, sin ninguna relación entre ellos más allá de vivir en la localidad, se les pagó US$62 por convertirse en directores, además de otros US$170 al año por el asunto de los sobres.
Mawson, de 61 años, fue reclutado por un vecino que estaba involucrado en la ruta de los sobres.
"Lo único que me dijeron es que debía recibir los sobres y enviarlos a una dirección acordada", explicó Mawson.
"No era mucho dinero (lo que me daban a cambio). Lo único que yo quería era tener un poco de efectivo extra", agregó.
Otro director, Andrew McBride, de 46 años, dijo que tampoco tenía idea de lo que había acordado al firmar como director de una de las compañías creadas porDowson.
"Acepto que debí revisar con mayor profundidad lo que estaba firmando", le dijo a la BBC.
Sin embargo, mientras unos recibían cientos de dólares por los sobres, Dowson, el cerebro de la red, se metía en el bolsillo pagos de entre US$3.100 y US$4.000por cada empresa fantasma creada.
Y US$1.500 más por administrarlas.
Evitar el cruce de información
Pero, ¿para qué necesitaba tantos directores para su red?
Este tipo de empresas siempre están bajo la mira de las operadoras de tarjetas de crédito por el alto riesgo que presentan, especialmente por la falta de respaldo que evidencian en su conformación.
Para Dawson, el pago por tarjeta de crédito era vital: era la única vía para recibir lo que cobraba por sus servicios a través de internet. Y su trabajo era crear empresas que se vieran "confiables" ante los ojos de los entes crediticios.
Por eso, al tener varios nombres -y sin relación evidente entre ellos- en su lista de directores, Dawson buscaba prevenir el "cruce de información" -tal como él mismo reconoció- si las compañías de crédito le retiraban el servicio de pago de una de sus compañías.
"Es una operación muy simple y muy usada. Lo que pasa es que no se hace mucho en Reino Unido", anotó.
Secretos a las vista
Cuando Mawson se enteró hace un par de años que una de las empresas de la que era director involucraba contenidos pornográficos le dijo que no quería seguir siendo parte del acuerdo.
Pero fue entonces cuando Dowson también detalló que estas empresas fantasma se dedicaban además a otros negocios más allá del porno, como turismo, apuestas como el "bingo virtual" y citas amorosas.
Hasta ahora, el hombre ha sido investigado por el gobierno británico y algunas de sus compañías han sido cerradas.
Sin embargo, hasta la fecha de publicación de este artículo, no se había levantado contra él ningún cargo criminal, penal ni ha recibido alguna sanción comercial, así como tampoco ninguno de los directores.
"Tal vez no es la forma correcta ni la mejor práctica, pero no es ilegal de ninguna manera", señaló Dowson.
Y agregó: "Creo que voy a dejar de usar personas que no tienen ningún entrenamiento como directores".
De acuerdo a Reuters, el gobierno británico declinó hacer cualquier comentario al respecto.