Los escenarios que enfrenta Lula da Silva tras el fallo unánime en su contra
Por AFP-T13
Los tres jueces de un tribunal de apelación confirmaron este miércoles por unanimidad la condena por corrupción y lavado de dinero al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y aumentaron la sentencia inicial a 12 años y un mes de cárcel, alejando sus aspiraciones de volver al poder.
Pero, aunque fue considerado culpable de haberse beneficiado de un apartamento tríplex ofrendado por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras, Lula aún dispone de recursos para evitar la prisión: puede acudir ante otras dos instancias: el Tribunal Superior de Justicia y el Tribunal Supremo Federal.
La condena inicial era de nueve años y medio de prisión. Los magistrados del Tribunal Regional Federal nº 4 (TRF4) de Porto Alegre (sur) respaldaron ampliamente las conclusiones del juez Sergio Moro, autor de la sentencia de primera instancia.
El aumento de la sentencia se debe al agravante de que Lula, por su posición de máximo mandatario de la República, carga con una "culpabilidad extremamente elevada", en palabras del relator Joao Gebran Neto, el primero en votar.
Los mercados, que temen un retorno de la izquierda al poder, celebraron la derrota judicial de Lula. La Bolsa de Sao Paulo ganaba más de 3% pocos minutos antes del cierre.
Previamente a este desenlace judicial, Lula se mostró desafiante: "Estoy extremadamente tranquilo y con la conciencia de que no cometí ningún crimen", dijo en la sede del Sindicato Metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde en los años 70 inició su carrera política al frente de las grandes huelgas contra la dictadura militar (1964-1985).
El ex presidente aún no se ha pronunciado sobre el fallo.
Qué es lo que viene
La condena por unanimidad reduce los tiempos de los recursos, que son solo aclaratorios, y no de fondo. La defensa tiene dos días para presentar un recurso solicitando precisiones o aclarar dudas.
Tras la decisión, Lula debería ser declarado "inelegible", aunque también caben recursos que le permitirían ganar tiempo e incluso registrarse como candidato y hacer campaña.
Se espera que el ex mandatario ahora acuda ante el Tribunal Superior de Justicia (STJ) y el Tribunal Supremo Federal (STF), quizá con el argumento de que descalificarlo socavaría la democracia brasileña, como señala el diario New York Times. Expertos prevén que el tema terminará siendo resuelto por el Supremo Tribunal Federal.
Frente al STJ, la defensa tiene 15 días para presentar un recurso especial en el que pida discutir el mérito de la acción o su nulidad. No puede discutir hechos nuevamente.
Como se dijo, además cuenta con el Tribunal Supremo Federal, en donde la defensa tendría 15 días para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso con un recurso extraordinario.
La aceptación del pedido de nulidad obligaría a realizar un nuevo juicio de primera instancia. No hay plazo establecido para la decisión en torno a estos recursos. La decisión del STF es definitiva.
Ahora bien, ¿cuándo podría decretarse la prisión de Lula? Cuando se agoten todos los recursos de segunda instancia. "Algunos tribunales no decretaron y otros sí. Los que decretaron [la prisión] siguieron con otros recursos ante instancias superiores que decidieron en algunos casos liberar [al preso]. No es algo automático, se determina caso por caso", explica el abogado y profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV) Thiago Bottino.
Por otra parte, existe la duda de si Lula podría ser finalmente candidato a la presidencia de Brasil. Lo cierto es que condenado en segunda instancia quedaría inhabilitado electoralmente (ley de 'Ficha Limpia'), pero podría entrar en la carrera por las presidenciales de octubre gracias a una eventual medida cautelar del Tribunal Supremo Electoral TSE. El plazo para la inscripción de candidaturas comienza el 20 de julio y termina el 15 de agosto.
Si la candidatura es impugnada, el Partido de los Trabajadores (PT) puede reemplazar a Lula hasta el 17 de septiembre, veinte días antes de la elección de la primera vuelta del 7 de octubre.
En Brasil, después de la elección y antes de la toma de posesión el 1º de enero hay un paso intermedio, que es la entrega del diploma que reconoce al candidato electo, a mediados de diciembre. A partir de ese momento, el presidente comienza a beneficiarse del fuero privilegiado.
Si Lula resultase electo, después de empezar a gozar del fuero privilegiado el proceso debería suspenderse hasta el fin de su mandato, porque en Brasil un presidente no puede responder por crímenes cometidos fuera del periodo de ejercicio.
El ambiente político
En el ambiente político y entre analistas se cree que sería perjudicial prohibir a Lula que sea candidato a la presidencia, debido a que ese país ya ha sido sacudido por la destitución de Rousseff, en 2016, y por las revelaciones ligadas a "Lava Jato", a partir de 2014.
Como constata New York Times, hasta el presidente Temer ha dicho que espera que se le permita a Lula ser candidato. “Creo que si Lula participa, sería democrático, ya la gente decidirá si lo quiere o no”, dijo hace unos días. “Si es derrotado políticamente es mejor a que sea derrotado” en los tribunales.
El presidente trató de mostrar una normalidad institucional en una intervención ante el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), dijo este miércoles.
"Hay un combate arduo, pesado contra la corrupción en el país (...) Pero en Brasil las instituciones están funcionando, tenemos una separación absoluta de poderes", afirmó el mandatario, que es objeto de varias investigaciones por corrupción, trabadas por el momento por gozar de fueros políticos.
Mientras, la dirección del PT ya dijo que se reunirá el jueves en Sao Palo para proclamar su apoyo a una candidatura de Lula, más allá del fallo.
"Lula es favorito pero su candidatura es sumamente incierta en este momento. Es una situación dramática para la democracia brasileña", dijo a la AFP el politólogo Fernando Schüler, del Instituto de Investigación y Educación (Insper), de Sao Paulo.