AFP
Los combates contra el grupo Estado Islámico (EI) en Raqa se acercan a su "última semana", según la alianza de combatientes kurdos y árabes apoyada por Washington que tiene rodeados a los yihadistas en el último reducto de su "capital" siria.
Los yihadistas de EI, que impusieron su control en territorios conquistados en Siria e Irak, suman derrotas desde hace varios meses. La pérdida total de Raqa, en donde están presente desde hace más de tres años, marcaría una etapa mayor en el declive territorial de la organización ultrarradical.
Luego de varios meses de ofensiva, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) ingresaron a principios de junio en la ciudad del norte de Siria, transformada por EI en un laboratorio de su "califato".
La alianza de combatientes kurdos y árabes reconquistó progresivamente el 90% de la ciudad, apoyados por la aviación de la coalición internacional.
Pero los yihadistas aún controlan un reducto en el centro, y el avance de las FDS se lleva a cabo desde dos ejes, según Rojda Felat, que dirige la operación "Ira del Éufrates".
"Si esos dos frentes se unen, podremos decir que ingresamos en la última semana de nuestra campaña para liberar Raqa", indicó el domingo desde la periferia oeste de la ciudad.
"Dentro de tres a cuatro días, deberíamos tomar la decisión de lanzar la última fase de la ofensiva", añadió.
"Etapa final"
Los combates son cruentos. Los yihadistas utilizan francotiradores y kamikazes para frenar el avance agregó esta responsable.
Están atrincherados en el hospital de Raqa, en un estadio de fútbol y en los barrios residenciales de los alrededores.
Las FDS rodearon el hospital y se preparaban el domingo para una ofensiva del estadio, según Ali Sher, un comandante de las Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YPG), principal columna de las FDS.
"La batalla está en su etapa final. Cuando terminemos con el sector al norte del estadio, podremos atacar y alcanzar Al Naim", precisó el comandante, mencionando una intersección de la ciudad muy simbólica dado que allí los yihadistas procedían a ejecuciones públicas.
"Quedará sólo el hospital. Entonces los instaremos a rendirse y, si no siguen las órdenes, tendremos que entrar", explicó.
Según el portavoz de la coalición internacional, el coronel estadounidense Ryan Dillon, el hospital fue transformado por los yihadistas en una base militar "fuertemente fortificada".
Los consejeros de las fuerzas especiales de la coalición que asisten a las FDS podrían respaldar a los combatientes en una ofensiva contra el hospital, sin que "unidades de la coalición participen plenamente en la ofensiva", precisó.
Decenas de miles de civiles huyeron de Raqa desde que las FDS ingresaron en la cuidad, pero los yihadistas podrían aún retener a miles de personas, utilizadas como escudos humanos.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) habría aún unos 8.000 civiles atrapados en Raqa.
En su repliegue, los combatientes del EI perdieron recientemente Hawiya, su último bastión urbano en Irak.
Los yihadistas aún controlan un sector en el oeste de Irak, sobre el Éufrates, y más de la mitad de la provincia siria vecina de Deir Ezzor, incluida Mayadin y Bukamal, dos ciudades estratégicas del valle del Éufrates que se extiende hasta la frontera iraquí.
El domingo expulsaron de Mayadin a las fuerzas del régimen de Bashar al Asad adonde habían ingresado por primera vez hace dos días.
La guerra en Siria, comenzada tras la represión de manifestaciones pacíficas en 2011, se convirtió en un complejo conflicto con múltiples actores, de países extranjeros a grupos yihadistas.
Desde 2011 dejó más de 330.000 muertos y millones de personas debieron dejar sus hogares.
El lunes, Turquía lanzó una operación en la provincia siria de Idlib con el objetivo de instalar una zona de distensión anunciada en mayo.