Una cacería humana ha sido puesta en marcha desde que tres prisioneros "peligrosos" se fugaron de una cárcel de máxima seguridad en el sur de California, Estados Unidos, el viernes pasado.
Los hombres, que podrían estar armados, escaparon de la Cárcel Central del Condado de Orange atravesando los conductos de suministros y descendiendo por una de las paredes del recinto utilizando sábanas como cuerdas.
Las autoridades tratan de determinar si tuvieron alguna ayuda dentro o fuera de la prisión, que alberga a 900 hombres y se encuentra en Santa Ana, 48 kilómetros al sureste de Los Ángeles.
Los tres hombres estaban esperando a ser enjuiciados por separado por crímenes violentos.
"Cada uno de los fugados debe considerarse peligroso", dijo el teniente Jeff Hallock, del Departamento del Alguacil del Condado de Orange.
Jonathan Tieu, de 20 años, Bac Duong, de 43, y Hossein Nayeri, de 37, se valieron de herramientas para perforar la pared de su dormitorio.
Pero ¿quiénes son los tres prófugos?
Hossein Nayeri
El iraní Hossein Nayeri ha sido descrito como un ser "diabólico, sofisticado, violento y astuto" por la fiscal adjunta de distrito del Condado de Orange, Heather Brown.
Es un ex infante de marina acusado de secuestrar a un traficante de marihuana en 2012, quemarlo con un soplete y obligar a otro sospechoso de cortarle el pene, porque sospechaba que había enterrado un dinero en el desierto, según informó la agencia de noticias AP.
Había huido a Irán en 2012 pero fue arrestado mientras se dirigía a España a visitar a su familia en 2014.
Después de trepar hasta el techo de la prisión a través de las tuberías, los hombres se descolgaron por medio de cuerdas improvisadas con sábanas.
La fiscal adjunta Brown comparó a Nayeri con Hannibal Lecter, protagonista del libro y la famosa película "El silencio de los inocentes", en declaraciones para el diario del contado The Orange County Register.
Bac Duong
Aunque Duong tenía orden de deportación a Vietnam en 1998, permaneció en EE.UU. acumulando un extenso historial delictivo, informó la agencia AP, citando un comunicado del Departamento de Inmigración y Aduanas estadounidense.
Había ingresado al país de manera ilegal en 1991.
La orden se produjo poco después de que cumplió condena en una prisión estatal por un robo en 1997.
Las autoridades de inmigración dijeron tuvieron a Duong en custodia en 2003 pero que fue liberado el año siguiente y que continuó reportándose antes las autoridades cada vez que era necesario hasta 2014.
Durante ese tiempo, también enfrentó a una serie de cargos relacionados con robo y posesión de drogas, y pasó algunas temporadas en la prisión estatal.
En 2015 fue acusado de intento de asesinato y asalto en un tiroteo a las afueras de la ciudad de Santa Ana, California.
Su caso es uno de los miles que involucran inmigrantes condenados por delitos que las autoridades federales quieren deportar pero no pueden porque sus países no quieren llevárselos de vuelta.
El joven Jonathan Tieu, de 20 años, estaba en presión acusado de homicidio y de disparar a una vivienda habitada en una supuesto enfretamiento de pandillas.
Le había sido impuesta una fianza de US$1 millón.
La fuga
Pasaron 16 horas antes de que el personal de la cárcel notara que Tieu, Doung y Nayeri se habían fugado del dormitorio que compartían con otros 60 reclusos.
La policía investiga cómo consiguieron los fugitivos las herramientas para perforar su habitación y romper varios materiales pesados, como el acero.
Los tres hombres abrieron un agujero en la pared de la celda y luego subieron al techo del edificio por el sistema de tuberías, desde donde se descolgaron usando una tira de sábanas atadas entre ellas.
Las autoridades penitenciarias sospechan que la planificación de la fuga les tomó un "largo tiempo".
"Estamos hablando de la ruptura de cantidades significativas de acero, barras de refuerzo y otros metales", aseguró Hallock.
"Vamos revisar a todas las personas que estaban asignadas allí. Lo que puedo asegurarles es que la seguridad ha sido reforzada", agregó.
"Hay gente por ahí que sabe quiénes son estas personas, que pueden haberlos visto. Estamos pidiendo que nos llamen con cualquier tipo de información que pueda haber", dijo Hallock.
El año pasado otros dos reclusos del estado de Nueva York se fugaron de otra cárcel de alta seguridad a través de las paredes de su celda, lo que generó una intensa búsqueda de más de tres semanas.
Richard Matt y David Sweat habían sido ayudados por una oficial de la prisión, que se había encargado de proporcionarles las herramientas para su escape.
Matt murió acribillado por la policía mientras que Sweat fue capturado.