Tres personas murieron por las lluvias torrenciales que azotan desde el lunes la región de Sídney, la mayor ciudad de Australia, derribando árboles y dejando a miles de hogares sin electricidad.
La fuerte marejada perturbaba también el movimiento de los barcos. La autoridad portuaria del estado de Nueva Gales del Sur anunció el cierre del puerto de Sídney y de las rutas comerciales por hasta 48 horas.
En Bondi Beach, la playa más famosa de Sídney, el viento llevaba la arena hacia el interior.
Este martes, vientos de hasta 135 km/h y lluvias torrenciales golpeaban la región por segundo día consecutivo. Según la oficina meteorológica, 119 milímetros de agua cayeron en Sídney en 24 horas, una cantidad sin precedentes desde 2002.
El subcomisario de los servicios de emergencia estatales, Steven Pearce, explicó que recibió más de 3.000 llamadas pidiendo ayuda y llevó a cabo 20 operaciones de socorro en lugares inundados.
"Varias personas quedaron atrapadas en vehículos, edificios o tejados tratando de escapar de las inundaciones", dijo a la prensa.
Según la policía de Nueva Gales del Sur, tres personas murieron en Dungog, a unos 200 km al norte de Sídney. Las circunstancias exactas de estas muertes todavía no han sido determinadas.
Más de 100 escuelas tuvieron que cerrar sus puertas y 215.000 hogares estaban sin suministro eléctrico en Sídney y en la costa central, más al norte.