AFP
El líder norcoreano Kim Jong Un agradeció la bienvenida que Seúl le dio a su hermana en su histórica visita y dijo que es importante aprovechar el impulso que los Juegos Olímpicos de Invierno dieron al diálogo entre los dos países.
La agencia oficial citó indirectamente a Kim diciendo que el líder afirmó que era importante mejorar "el cálido clima de reconciliación y de diálogo" creado por los Juegos de Invierno.
KCNA también indicó que Kim dio instrucciones para que se adopten "medidas prácticas" en este sentido, sin dar más detalles.
La agencia también dijo que el líder expresó que el aprecio que Corea del Sur mostró por la presencia de sus delegados y que la acogida que les dio fueron "impresionantes" y que agradeció a Seúl por sus "esfuerzos sinceros".
La celebración de los Juegos de Invierno en Corea del Sur ha permitido un acercamiento entre Seúl y Pyongyang, después de meses de agudas tensiones por los ensayos de misiles y el avance del programa nuclear del Norte.
Después de haber declinado durante meses las invitaciones de Corea del Sur para asistir a los Juegos, Kim anunció un cambio de giro en su discurso de Año Nuevo, que permitió que sus atletas asistan al centro de esquí de Pyeongchang, acompañados por sus animadoras y también por una delegación diplomática que incluyó a la hermana de Kim, Kim Yo Jong.
En su viaje, Kim Yo Jong estrechó la mano del presidente surcoreano Moon Jae-in, alentó con él al equipo unificado de hockey femenino, y le transmitió una invitación de su hermano Kim Jong Un para participar en una cumbre en Pyongyang.
Corea del Norte enfrenta una serie de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU para forzarla a renunciar a sus programas militares.
Escepticismo
Esta es la primera reacción oficial de Kim, tercera generación que gobierna esta aislada y empobrecida nación, a la visita de su hermana.
Cada detalle de la visita de Kim Yo Jong fue examinado e interpretado con atención, desde su vestimenta, las expresiones en su rostro e incluso su escritura, con una lectura minuciosa de las palabras que dejó en el libro de visitas de la Casa Azul, de la presidencia surcoreana.
Pero esta visita dividió a los surcoreanos con respecto a las posibilidades reales de acercamiento entre quienes que lo ven como una oportunidad real de reconciliación y quienes consideran que Moon es demasiado blando con Pyongyang y se muestran escépticos.
Pero según los analistas, la profundidad y el alcance del acercamiento una vez que los Juegos Olímpicos terminen es una interrogante que sigue abierta.
La diplomacia olímpica de Pyongyang también a evidenciado las diferencias entre Seúl y su aliado clave, Estados Unidos, sobre cómo manejar los vínculos con el régimen norcoreano, teniendo en cuenta la amenaza que supone su programa nuclear.
Washington insiste en que Pyongyang debe tomar pasos concretos para una desnuclearización antes de que cualquier conversación pueda comenzar, pero Moon, cuyos padres escaparon del Norte durante una evacuación durante la guerra, ha abogado desde hace tiempo por un acercamiento más estrecho para llevar al país a la mesa de negociaciones.