AFP
Fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional libio (GNA) anunciaron el sábado que habían lanzado un nuevo ataque contra el último bastión del grupo Estado Islámico (EI) en la ciudad de Sirte.
"Los combates empezaron. Estamos atacando las últimas posiciones de Dáesh (EI) en el distrito 3", dijo un combatiente de las fuerzas del GNA.
"Nuestras fuerzas avanzan hacia el interior de los restantes focos [de resistencia] donde se esconden los últimos combatientes de Dáesh, en el distrito 3, y ya han tomado el control de varias posiciones", entre ellas dos bancos y un hotel, confirmó por su parte el centro de medios del GNA en Facebook, añadiendo que habían desarticulado un ataque suicida con coche bomba.
Situada en la costa mediterránea a unos 450 km al este de Trípoli, Sirte se convirtió en el bastión del EI en Libia desde que fue ocupada en junio de 2015.
Estos nuevos combates causaron al menos un muerto en las filas de los pro-GNA, según el hospital central de Misrata.
Un fotógrafo de la AFP presente en Sirte vio ambulancias que abandonaban la ciudad en dirección de Misrata, situada a medio camino entre Sirte y Trípoli.
Las tropas leales al GNA lanzaron en mayo la operación militar para volver a controlar la ciudad.
El domingo pasado las fuerzas del régimen habían anunciado el inicio de "la batalla final" para reconquistar la totalidad de Sirte.
El miércoles el jefe del gobierno provisional, Fayez Al Sarraj, visitó la ciudad por primera vez desde que las fuerzas leales lanzaron su ofensiva. Sarraj y algunos de sus ministros visitaron las líneas del frente y el centro de conferencias Uagadugú, que fue utilizado durante meses por el EI como centro de operaciones. "Continuaremos expulsando, con la ayuda de Dios, a los restos de Dáesh (EI), y los golpearemos estén donde estén en nuestro país" explicó Sarraj.
La captura de la ciudad por parte del EI el año pasado alarmó a la comunidad internacional, que temía que los yihadistas la utilizaran para preparar ataques en Europa. El grupo radical aprovechó el caos en Libia tras el alzamiento popular de 2011 para apoderarse de Sirte, en junio de 2015.
La ofensiva ha recibido apoyo aéreo de Estados Unidos. El Pentágono informó el viernes que desde que se inició la campaña aérea el 1 de agosto, los drones, los helicópteros y bombarderos estadounidenses han atacado un total de 108 veces a los objetivos del EI en Sirte.
En la ciudad permanecen menos de 200 combatientes yihadistas, según el portavoz del Pentágono, Jeff Davis, que aseguró que las fuerzas del GNA los tienen totalmente rodeados.
La caída de Sirte, a unos 450 kilómetros al este de Trípoli, representaría un nuevo golpe para el grupo yihadista sunita, que ya se bate en retirada en numerosas partes de Siria e Irak.