Un tribunal argentino liberó a un hombre de 62 años que había sido condenado por matar de un disparo a su hijo en Mar del Plata porque "lo tenía cansado" de los disturbios familiares que protagonizaban.
Los hechos se remontan al 4 de junio de 2020, en la casa donde convivía la familia. Ahí, Guillermo Cuenca fue detenido luego de asesinar de un disparo a su hijo en el pecho, tras protagonizar una violenta pelea, según recogió TN.
"Le disparé porque me tenía cansado", afirmó en su fría confesión a las autoridades, por lo cual quedó a disposición de la justicia. De igual manera, alegó legítima defensa, por las consecutivas peleas entre ambos.
Conforme avanzó el caso, Cuenca se mantuvo en prisión a la espera de una sentencia, dado que se le imputó el delito de homicidio agravado por exceso de legítima defensa.
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Un juez lo condenó a tres años de cárcel, pero como pasaron dos años con él encarcelado, tras el veredicto lo dejaron libre; luego que no se le pudieran imputar delitos como homicidio agravado por el vínculo, que le implicaría una sentencia de prisión perpetua; además, también se desechó una eventual emoción violenta y otras atenuantes.
El juicio contó con la modalidad de participación directa de la sociedad civil, quienes consideraron que si bien el hombre no podía quedar impune por el homicidio, también precisaron que correspondía una pena atenuada por el contexto en que se registraron los hechos.
Por lo mismo, tras pasar dos años tras las rejas, se le dispuso su inmediata excarcelación, bajo caución juratoria.