La tercera edición de la Marcha del Orgullo Gay en Líbano fue anulada debido a la presión de las autoridades religiosas, anunciaron los organizadores del evento, explicando que han recibido amenazas.
Líbano, donde la homosexualidad se considera contraria al orden natural y se castiga con hasta un año de cárcel según el Código Penal, celebró su primera Marcha del Orgullo en 2017 de manera discreta, con conferencias y debates pero sin manifestaciones en la calle. En 2018, el evento tuvo que ser suspendido.
"Las instituciones religiosas pidieron la anulación del concierto" previsto el sábado, por considerar que era un acto de libertinaje e inmoralidad, explicaron sus organizadores este jueves.
Según las mismas fuentes, los encargados de la sala de espectáculos y los participantes en el concierto "recibieron amenazas anónimas".
"La velada de inauguración de la Beirut Pride 2019 queda suspendida hasta nueva orden", concluyeron, en un comunicado.
El martes, una organización islamista advirtió de las posibles "reacciones" que provocaría este concierto "contrario a la moral".
"Beirut no fue ni será una ciudad de defensa de los derechos de los descarriados", dijo esta organización en la red social Facebook, usando el término en árabe para refirirse a los homosexuales.
Líbano, donde conviven 18 comunidades religiosas cristianas y musulmanas, es uno de los países más liberales de Oriente Medio y es considerado "tolerante" con la homosexualidad, en relación con algunos de sus vecinos. Sin embargo, las autoridades religiosas siguen ejerciendo una influencia muy fuerte en la vida social y cultural.
