Por AFP
Con la presencia de diversas autoridades, entre ellas Michelle Bachelet, Lenin Moreno recibió hoy la banda presidencial de Ecuador con la meta de avanzar en el modelo conocido como socialismo del siglo XXI, la huella que deja Rafael Correa en el país y que está en crisis en Venezuela.
Moreno, de 64 años de edad y que sufre una paraplejia, fue juramentado para un periodo de cuatro años por José Serrano, titular de la unicameral Asamblea Nacional, controlada aún por el oficialismo.
"Son diez años de haber sido testigos de la construcción de caminos, puentes, puertos y aeropuertos (…) diez años de la recuperación de la autoestima y del sentido de pertenencia de los ecuatorianos. Este proceso tiene un nombre: revolución ciudadana", exclamó Moreno en su primer discurso como mandatario.
Respaldado por la temporal bonanza petrolera, Correa privilegió la inversión y la equidad social, mantuvo subsidios para los combustibles y la electricidad y amplió los bonos económicos para los pobres durante la década que gobernó a Ecuador (2007-2017).
Pero su "revolución ciudadana" afronta ahora dificultades económicas. La deuda externa trepó en 150% (a 25.680 millones de dólares, 26,3% del PIB) en la última década, según cifras oficiales. La economía decreció 1,5% en 2016 y el precio del crudo, principal producto de exportación, cayó del récord de 98 dólares por barril en 2012 a 35 en 2016.
Moreno aspira alcanzar una economía sostenida en la eficiencia y el adecuado manejo de los recursos, que encuentre sustento en la justicia social y la equidad tributaria, para lo que plantea que quienes más tienen más contribuyan.
El nuevo gabinete está integrado por empresarios, dirigentes sociales y funcionarios de Correa, como María Fernanda Espinosa y Miguel Carvajal, quienes serán canciller y ministro de Defensa, respectivamente.
Moreno, quien eliminó seis ministerios coordinadores como el de Política Económica, entregó la cartera de Finanzas a Carlos De la Torre, exasesor del Banco Central, y la de Hidrocarburos a Carlos Pérez, exdirectivo de la petrolera estadounidense Halliburton en América.
En los comicios más reñidos para el correísmo, el nuevo mandatario ganó el balotaje de abril con 2,3 puntos porcentuales más que el opositor de derecha Guillermo Lasso, con lo que el oficialismo suma 14 victorias electorales desde 2006.
Y ante un país polarizado, Moreno prometió este miércoles gobernar para todos.
"Soy el presidente de todos, me debo a todos, respeto a todos (…) Trabajaré para que nadie, absolutamente nadie se quede atrás".
Correa, figura de la izquierda latinoamericana, anticipó que se dedicará a su familia y a la academia, sin descartar el regreso a la política.
"Me voy con el corazón repleto de gratitud con mi pueblo, que nunca nos falló", expresó el mandatario saliente el lunes en su cuenta en Twitter.