AFP
La ultraderechista Marine Le Pen continuaba el domingo su ofensiva en el terreno para arrebatar la victoria a su rival centrista Emmanuel Macron, desafiándole en todos los ámbitos, a una semana de la segunda vuelta de las presidenciales.
Tras una visita sorpresa a los empleados de una fábrica amenazada de cierre en el momento en el que su rival se reunía con sus sindicatos, la candidata del Frente Nacional (FN) colocó un ramo de flores ante el monumento a los deportados en Marsella (sur), sin avisar a la prensa, poco antes de un homenaje similar previsto por Macron.
"Yo no comercio con las conmemoraciones. No son un evento electoral", afirmó a la cadena francesa BFMTV, mientras que su sobrina, la diputada Marion Maréchal Le Pen, denunció el "oportunismo" de Macron.
Igualmente Le Pen improvisó una visita a Gardanne (sur) centrada en la defensa del medio ambiente, defendiendo su visión de una "verdadera ecología". Esta campaña, dirigida rápidamente desde la noche de la primera vuelta en la que quedó en segundo puesto, pretende demostrar que los sondeos se equivocan prediciendo su derrota el 7 de mayo.
Su rival, el joven centrista europeísta, de 39 años, visitó al terminar el día el Memorial de la Shoah y el Memorial de los mártires de la deportación en París, en ocasión del día nacional de conmemoración a las víctimas de la deportación.
"Este homenaje que deseo es ese tributo que debemos a todas las vidas perdidas por los extremos, por la barbarie", dijo. También evocó el deber "de que no se reproduzca nunca más".
Los capítulos oscuros de la guerra volvieron a resurgir durante esta campaña con varias polémicas en torno al FN. El presidente interino del partido fue destituido esta semana después de haber sido acusado de negacionismo, algo que desmiente.
Le Pen, ambigua sobre el euro
La distancia se estrecha entre los dos finalistas -Emmanuel Macron tiene un 59% de la intención de voto contra el 41% de su rival-, inclusive, la alianza sellada el sábado entre Le Pen y el jefe de un pequeño partido antieuropeísta podría reforzar la posición de la candidata del FN.
El inédito pacto con Nicolas Dupont-Aignan, que obtuvo 4,7% de los votos, supone que el abandono de la moneda única, medida emblemática de su proyecto de los últimos años, no es "un prerrequisito" a toda política económica, despertando así críticas por sus "contradicciones".
En una entrevista con Le Parisien, Le Pen reafirmó que el país tendrá "una moneda nacional" destinada al día a día de los franceses, mientras que el euro seguirá en vigor para los intercambios internacionales. La candidata, que busca sosegar sobre una medida controvertida para la opinión pública, no da precisiones sobre los plazos de esta transición monetaria.
Proteger la República
A la búsqueda de votos, Le Pen intenta seducir a los electores del líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, que llegó tercero en la primera vuelta con 19,6% de los votos.
Mélenchon no dio consignas de voto para la segunda vuelta. El domingo dijo no obstante que votar por Le Pen sería un "terrible error". Pero no precisó su voto, ni si se posicionaba a favor de una abstención o de un voto por el centrista.
Numerosos de los electores antisistema de la izquierda radical podrían optar por un voto contestatario a favor de Le Pen.
En paralelo se multiplican los llamados para exhortar a los electores a votar por Macron y "proteger los valores de la República",
Dirigiéndose a los franceses que piensan en abstenerse, en particular los partidarios decepcionados por el conservador François Fillon y del líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, unas 60 asociaciones y oenegés les pidieron movilizarse "frente a aquellas y aquellos que prodigan un rechazo del otro y un repliegue".
El lunes están previstas manifestaciones hostiles a los dos candidatos, uno calificado como "capitalista" y el otro de "fascista".