AFP
Millones de cristianos en todo el mundo se preparaban este domingo para celebrar la Navidad, como en Belén donde, según la tradición, nació Jesucristo, pero las tensiones seguían latentes en la región tras la ola de indignación causada por la decisión estadounidense de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
El controvertido anuncio efectuado el 6 de diciembre por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató manifestaciones y enfrentamientos en varios países y también en Belén, donde los cristianos celebran el nacimiento de Jesucristo con una misa a medianoche.
En estas fechas, Belén, situada en Cisjordania, suele estar llena de turistas, pero hasta ahora la localidad parece que estuviera vacía debido a los temores de que hayan enfrentamientos entre manifestantes palestinos y el ejército israelí.
El arzobispo Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del patriarca latino de Jerusalén, dijo que "decenas" de grupos anularon sus visitas previstas por el miedo posterior al anuncio y los disturbios que se desataron.
"Claramente esto creó una tensión en torno a Jerusalén y esto desvió la atención de la Navidad", indicó aunque matizó que la celebración de la Navidad se mantiene tal y como fue planeada.
Los cerca de 50.000 palestinos cristianos representan casi un 2% de la población de Cisjordania y Jerusalén Este, mayoritariamente musulmana.
El ministerio de Turismo de Israel dijo que los preparativos para la Navidad no habían visto afectados y que esperan un incremento de un 20% del número de peregrinos cristianos este año, en comparación con 2016.
El organismo tiene previsto establecer un servicio de transporte gratuito para cubrir la distancia entre Jerusalén y Belén para quienes quieran asistir a la misa.
- Más dispositivos policiales -
Un portavoz de la policía israelí dijo que se desplegarán efectivos adicionales en Jerusalén y en los controles de Belén para facilitar los viajes y el acceso de "miles de turistas y de visitantes".
Israel ocupó Jerusalén en 1967 y después la anexó, aunque la comunidad internacional ha evitado reconocer a Jerusalén como su capital, y considera que su estatuto debe ser negociado.
Los palestinos consideran Jerusalén Este como la capital del Estado al cual aspiran y el anuncio de Trump fue interpretado por ellos como un rechazo al derecho a tener una capital en esta zona, a pesar de que Estados Unidos lo niega.
En un comunicado previo a la Navidad, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas dijo que el anuncio de Trump "alentó una desconexión ilegal entre las ciudades santas de Belén y Jerusalén".
Abas llamó a "los cristianos del mundo a que escuchen las voces verdaderas de los cristianos nativos de la Tierra Santa (...) que rechazan con fuerza el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel".
"Ellos son los descendientes de los primeros seguidores de Jesucristo y son una parte integral del pueblo palestino", afirmó Abas, que se refirió a la comunidad local de cristianos como "una parte inherente de nuestras sociedades".
En Egipto, los coptos, que celebran la Navidad el 6 de enero, sufrieron el sábado el ataque contra una iglesia cuando una multitud entró al templo ubicado en Atfih, a unos cien kilómetros al sur de El Cairo, y destruyeron lo que había en su interior y después agredieron a los cristianos presentes.
La minoría cristiana de Egipto, que representa un 10% de los 100 millones de habitantes de este país de mayoría musulmana, ha sufrido cerca de 20 incidentes de este tipo durante 2017.
En Irak, este año marca un cambio para mejor para la comunidad cristiana en la ciudad de Mosul.
Allí, los cristianos podrán celebrar una misa masiva por primera vez en años, después de que la ciudad fuera liberada del control del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en julio.
Este año esta previsto que a la misa anual que se celebra en la iglesia de San Pablo, en el este de Mosul, asistan altos dignatarios cristianos y también líderes militares.
En Europa, donde la amenaza de grupos yihadistas sigue presente, cerca de 100.000 efectivos de seguridad serán movilizados el domingo y el lunes en Francia, para garantizar la seguridad de las fiestas navideñas y la de los lugares turísticos y los espacios de culto, dijo una fuente oficial.
El domingo en la tarde, el papa Francisco, jefe espiritual de 1.200 millones de católicos, tiene previsto celebrar una misa de Navidad en Roma a las 20H30 GMT, antes de la tradicional bendición "Urbi et Orbi" del lunes.