En 1982, Groenlandia -la isla más grande del mundo, pero el hogar de sólo 57.000 personas- dejó la Unión Europea (UE). ¿Cómo le ha ido del país y que puede aprender el Reino Unido de la decisión que tomó el territorio dependiente autónomo danés?
"En las aguas de Groenlandia las focas por lo general están junto a los icebergs, porque es más fácil para ellos para ver los peces nadando."
Aksel y su colega Lars, quienes están a la caza de las focas, son dignos representantes de la última batalla de Groenlandia con la UE, un proceso que comenzó hace cuatro décadas.
En 1982 -por un estrecho margen casi exacto al que le dio la victoria al Brexit en Reino Unido- Groenlandia decidió abandonar la Comunidad Económica Europea (CEE), la asociación de países que luego se transformaría en la UE.
De un solo golpe, la Unión perdió aproximadamente la mitad de su territorio.
Pero, ¿qué motivó el divorcio? ¿Y qué tan satisfechos están los groenlandeses con la decisión?
El problema de Groenlandia con la Unión Europea era la política pesquera común, que le permitía a los buques pesqueros europeos faenar en aguas de Groenlandia.
En las negociaciones posteriores, los groenlandeses acordarían darle a la UE cuotas limitadas de pesca a cambio de financiamiento, un acuerdo que necesitó tres años de negociación.
"Fue muy difícil para la Unión Europea y los europeos comprender por qué queríamos retirarnos y por qué no queríamos su dinero", explica sin embargo Aqqaluk Lynge, quien formó parte del equipo negociador.
"Pero el hecho es que no había dinero. Hubo una mínima inversión en la infraestructura que necesitábamos con urgencia. Es por eso que pudimos ver que no había razón económica para quedarse", le dice a la BBC.
Sin poder de negociación
En general el acuerdo es visto como positivo por los pescadores de Groenlandia, pero no todo el mundo está igual de contento.
Las pieles, por ejemplo, son una de las pocas exportaciones de Groenlandiadistintas del pescado. Incluso se pueden comprar en las puertas de salida del aeropuerto.
Pero en 2010, la UE prohibió la venta de productos de foca en el área comunitaria.
Y la prohibición ha destruido el mercado, lo que tiene a Aksel enojado.
"Antes de la prohibición estábamos vendiendo aproximadamente 200.000 a 240.000 pieles al año. Pero después de la prohibición de la UE, estamos vendiendo aproximadamente 2.000 pieles para el mercado oriental", explica.
"Es una gran diferencia, pasar de 200.000 a 2.000", se queja.
Y el parlamentario Michael Rosing cree que la salida de la UE afectó su poder de negociación.
"Definitivamente creo que hubiera sido mucho más fácil de negociar, habríamos tenido mucho más poder de negociación si fuéramos parte de la UE. Podríamos decir 'Sí ustedes quieren nuestro pescado, nosotros queremos vender pieles de foca", le dice a la BBC.
¿Lo mejor de dos mundos?
Para otras industrias, sin embargo, la salida de Groenlandia de la UE ha sido más positiva.
Nikolai Nissen, por ejemplo, acaba de comenzar la exportación de cerveza a la UE.
Él tiene que importar todos los materiales, aparte del agua, que se requieren para el proceso de elaboración de la cerveza.
Pero no tiene que pagar el Impuesto al Valor Agregado de 25% que le corresponde pagar a cualquier empresa de Dinamarca.
Y Groenlandia puede usar su peculiar estatus internacional como una ventaja.
Está fuera de la UE, pero hace parte de Reino de Dinamarca y por lo tanto es uno de sus territorios de ultramar.
"Sería más fácil para nosotros si fuéramos un miembro de la UE, por supuesto," acepta Nikolai.
"Sería más fácil para el papeleo y el manejo de los asuntos prácticos.Pero ser parte del Reino todavía nos da ciertas ventajas y es más fácil usar a Dinamarca como un trampolín para nuestras exportaciones. Es casi tan fácil de exportar a Dinamarca como lo sería si fuéramos parte de la UE".
Algunos, sin embrago, creen que el enorme tamaño de Groenlandia -y quizás más importante- su riqueza mineral potencial, significa que si Groenlandia hiciese parte de la UE sería elegible para una considerable financiación.
"Somos uno de los que recibiríamos más recursos que los que habría que contribuir a la Unión Europea", asegura Rosing.
"Así que para nosotros debería ser una obviedad, económicamente", dice el parlamentario.
"Deberíamos ingresar a la Unión Europea y tener acceso a esa olla grande de dinero. Es tan simple como eso", insiste Rosing.
Dos lecciones
Por lo demás, sería difícil decir que Groenlandia ha prosperado fuera de la UE. El alcoholismo aquí está muy extendido y el país ostenta el poco envidiable título de ser la capital de suicidio del mundo.
Y la mayoría de la gente aquí tiene una idea muy vaga de lo que es la Unión Europea.
Groenlandia, sin embargo, sí ofrece el Reino Unido un guión acerca de la forma de salir de la UE.
En muchos aspectos, se ha beneficiado por la decisión de retirarse.
Pero también se ha quedado indefensa en momentos en que se toman importantes decisiones políticas acerca del futuro de una de sus pocas exportaciones.