AFP
Miles de niños, muchos de ellos todavía traumatizados por la pérdida de sus familiares, volvieron este domingo a las escuelas de Nepal después del sismo que dejó al menos 8.600 muertos.
El temblor del 25 de abril destruyó escuelas en todo el país y muchos niños tuvieron que volver a clase en centros provisionales fabricados con bambú o en tiendas de campaña instaladas en los patios.
Sahaj Shrestha, un niño de ocho años, llegó esta domingo agarrado a su madre a la escuela pública Madan Smarak, en el valle de Katmandú.
La madre de Sahaj, Mina, explicó que desde que el terremoto destruyó su casa y les obligó a vivir en una tienda de campaña su hijo está tan aterrorizado que no puede despegarse de ella ni para ir al baño.
"Todavía hay réplicas. Es difícil no estar nervioso al mandar a los niños otra vez a la escuela", explicó la madre a la AFP.
"Pero los profesores nos han asegurado que aquí estarán seguros y al menos se sentirán mejor si estudian y están con sus amigos", afirmó.
En esta escuela sólo se usan algunos de los edificios todavía en pie considerados seguros por los ingenieros y se han construido clases con madera de bambú dentro del campo de fútbol.
A medida que llegaban los niños, los profesores se sentaban con ellos para dibujar o jugar intentado recuperar cierta normalidad.
"Hemos estado tanto tiempo en casa que está muy bien venir aquí a jugar y a ver otra vez a los amigos", dijo Muskan Bajracharya, de nueve años.
En las clases donde los niños son un poco mayores se les alienta a que hablen del terremoto o de lo que les pasó a sus familias.
"No estamos dando clases normales y hemos formado a los profesores para que ayuden a los niños a superar el trauma del terremoto y se adapten a estar otra vez en la escuela", explica el director de le escuela, Govinda Poudel.
El sismo de magnitud 7,8 dañó cerca de 8.000 escuelas en todo el país y en los distritos rurales más afectados por el temblor (Gorkha, Sindhupalchowk y Nuwakot) el 90% fueron destruidas.
El terremoto tuvo lugar un sábado por la tarde, cuando las escuelas estaban cerradas. "No quiero ni pensar lo que hubiera pasado si hubiera sido un día de escuela", dice Sakuntala Bhlon, de 37 años, que tiene dos niños de cinco y ocho años en la escuela Madan Smarak.
La reapertura estaba prevista para el 17 de mayo pero tuvo que ser aplazada por un segundo sismo de magnitud 7,4 que sacudió el país el 12 de mayo.
Sin embargo, algunas escuelas de Nepal no han podido volver a abrir sus puertas este domingo porque todavía hay problemas de seguridad o porque no se han terminado de construir las clases provisionales.
"Me es imposible abrir ahora mismo. El suelo de la escuela está lleno de escombros y no tenemos espacio", dijo Lila Nanda Upadhyay, directora de la escuela internacional Rupak Memorial, situada en el valle de Katmandú.
Por su parte, la directora general del ministerio de Educación, Dilli Ram Rimal, espera que se puedan abrir todas las escuelas en las próximas semanas.
"Entendemos que no todas las escuelas tienen los medios suficientes para abrir. Pero la educación es una parte importante de la recuperación y tenemos que empezar el proceso", afirma.