Los médicos recomiendan encarecidamente vacunarse, ya que nadie debe tomarse a la ligera el coronavirus ni la gripe. La vacunación contra el COVID-19 puede combinarse con la de la gripe: en Alemania, el Comité Permanente de Vacunación (STIKO), y en Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están de acuerdo con eso. Pero se cree que es mejor no aplicar las dos en el mismo brazo debido a que pueden producirse hinchazón y enrojecimiento en el lugar de la inyección. Es decir: sería mejor colocar una en el brazo derecho, y la otra en el izquierdo.
Vacuna combinada
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda en varios países administrar la vacuna contra el COVID-19 y la de la gripe al mismo tiempo. Lo ideal sería aplicar las dos en una sola inyección. Las grandes empresas farmacéuticas se están enfrentando a este desafío. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha concedido a una vacuna combinada basada en ARNm el estatus de fast-track (vía rápida). Esto significa que el desarrollo y el lanzamiento al mercado se consideran especialmente importantes y, en consecuencia, puede acelerarse.
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Una vacuna de Pfizer y Biontech recibió ese estatus de vía rápida, y ahora se encuentra en un estudio de la fase III pertinente para la autorización necesaria. Además, los estudios realizados por la compañía de la competencia, Moderna, también están dando buenos resultados. La empresa aspira a obtener la autorización de comercialización de su vacuna combinada en 2025.
Una vacuna contra tres enfermedades
Un paso más allá se está dando al investigar el desarrollo de una triple combinación: una vacuna contra el COVID-19, la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS), que afecta las vías respiratorias y provoca síntomas similares a los del resfriado común. En lactantes y niños pequeños, el virus respiratorio sincitial puede ser a menudo el desencadenante de una bronquitis aguda.
Actualmente, las vacunas contra el VRS sólo pueden administrarse individualmente. La autoridad estadounidense no tiene reservas sobre la aplicación de las tres vacunas individuales al mismo tiempo. Según los CDC, no es necesario respetar un periodo mínimo de espera entre ambas.
Las cifras de COVID-19 vuelven a aumentar
En opinión de los expertos, es preocupante que se vacune a un número demasiado bajo de personas. Una de las razones puede ser que muchos simplemente están cansados de vacunarse, el coronavirus ya ha desaparecido de la conciencia de muchas personas, y el riesgo parece estar ya lejos.
No obstante, las consultas médicas reciben cada vez más pacientes con tos y mocos. Esto no siempre se debe al coronavirus, ya que también puede deberse a un simple resfriado o una gripe. Sin embargo, quienes han contraído el coronavirus suelen padecer los síntomas durante una o dos semanas, aunque en unos pocos casos la enfermedad toma un curso tan grave que los afectados tienen que ser hospitalizados.
Los grupos de riesgo siguen en peligro
El consejo urgente de vacunarse contra el COVID-19, pero también contra la gripe, se aplica, sobre todo, a los grupos de riesgo. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, las personas mayores de 60 años, y aquellas con enfermedades preexistentes, como cardiopatías coronarias o hipertensión arterial. En el grupo de riesgo también están los pacientes con bronquitis crónica, enfermedad hepática crónica y los diabéticos. Los niños y adolescentes con una enfermedad subyacente también siguen considerándose especialmente expuestos.
Los médicos advierten urgentemente contra la subestimación del coronavirus y la gripe. Además de las vacunas, las medidas ya olvidadas también pueden ayudar, por lo cual las mascarillas vuelven a ser obligatorias en muchas clínicas y consultas médicas de Alemania, y cada vez más personas las llevan en público para protegerse y proteger a los demás de la infección por el coronavirus.