La Unión Africana enviará 5.000 soldados a Burundi
La escalada de violencia en Burundi ha llevado al país al borde de la guerra civil. La misión de la Unión Africana contará con 5.000 soldados y policías. El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana ha autorizado el envío de una fuerza de paz integrada por 5.000 soldados y policías a Burundi, donde la escalada de violencia ha llevado al país al borde de la guerra civil.
La Unión Africana desplegará la Misión Africana de Prevención y Protección en Burundi (MAPROBU) durante un periodo inicial de seis meses. Así lo anunció la organización panafricana a través de un comunicado difundido a última hora de ayer (18.12.2015).
La misión de paz tendrá como objetivo prevenir el deterioro de la situación de seguridad, proteger a la población civil y promover el diálogo entre las partes en conflicto en Burundi y con actores internacionales.
El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana ha dado un plazo de 96 horas al Gobierno de Burundi para que confirme su apoyo a esta decisión. Las autoridades burundesas tienen así hasta el lunes para decidir si cooperarán con la misión y facilitarán el cumplimiento de su mandato.
La Unión Africana recalca, no obstante, "su determinación de tomar todas las medidas necesarias contra cualquier parte o actor que quiera impedir la adopción de esta decisión". Así, se reserva el derecho a desplegar las tropas incluso con la oposición del Gobierno de Burundi, invocando una cláusula que le permite desplegar una fuerza de paz ante una situación de genocidio o crímenes de guerra, en contra incluso del consentimiento del país.
Evitar un nuevo genocidio
La Unión Africana ya advirtió esta semana de que no permitirá "otro genocidio" en el continente, en alusión al deterioro de la seguridad en Burundi, donde la ONU teme que la situación degenere hacia matanzas a gran escala tras los asesinatos registrados en los últimos meses.
El pasado mes de abril comenzaron una serie de violentas protestas después de que el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, anunciase su intención de presentarse a las elecciones por tercera vez, algo prohibido por la Constitución. Las elecciones se celebraron y Nkurunziza ganó los comicios el pasado julio, con un 69 por ciento de los votos, un resultado que la comunidad internacional no ha reconocido por la falta de garantías durante su celebración.
Al menos 400 personas han sido asesinadas en Burundi desde el pasado 26 de abril, aunque se estima que la cifra real de fallecidos es mucho mayor. Más de 220.000 se han visto obligadas a abandonar el país, según Naciones Unidas. La ola de violencia está arrastrando al país a un conflicto que algunos califican de étnico, aunque desde la oposición se asegura que están muriendo burundeses de las dos tribus mayoritarias, hutus y tutsis. MS (efe/afp)