AFP
La Unión Europea volvió a presionar este lunes a Grecia para que controle mejor su frontera con Turquía, principal punto de acceso de los migrantes al bloque, en una reunión de ministros de Interior destinada a salvar el espacio sin fronteras Schengen, amenazado por el flujo de llegadas.
Para hacer frente a la peor crisis de migrantes en el continente desde la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro británico, David Cameron, y su homóloga alemana, Angela Merkel, reclamaron en una conversación telefónica de noche "una fuerte frontera exterior de Europa y una mayor cooperación con Turquía", aspectos que consideran "vitales".
"Creo que está claro, si no logramos garantizar la seguridad de las fronteras exteriores de la UE, esto es la frontera entre Grecia y Turquía, las fronteras exteriores se desplazarán hacia Europa central", había dicho la ministra de Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner, al llegar a una reunión informal de ministros sobre migración y terrorismo.
Viena, que decidió restablecer los controles fronterizos por el incesante flujo de migrantes que llegan a Europa, amenazó el sábado a Atenas con una "exclusión provisoria" del espacio de libre circulación Schengen, uno de los pilares de la construcción del bloque.
La ministra austriaca calificó de "mito" que la frontera entre Grecia y Turquía no pueda protegerse, ya que "la marina griega tiene suficientes capacidades para asegurar" esta frontera, y confirmó la intención de Viena de poner un cupo de solicitantes de asilo, porque los recursos del país "tienen también límites".
"Salvar Schengen"
En total seis países del espacio Schengen restablecieron los controles fronterizos. Dinamarca, Suecia y Francia lo hicieron, además de Austria.
Alemania, desbordada por la llegada de migrantes luego de haber abierto sus puertas, decidió restablecerlos. El ministro alemán, Thomas de Mazière, llamó este lunes a Grecia a "hacer sus deberes". "El hecho es que queremos salvar Schengen", dijo.
Para salvar este espacio de libre circulación conformado por 26 países de los cuales 22 de la UE, la Unión Europea debe "reforzar los controles y hacer que las fronteras sean realmente seguras", estimó por su parte el ministro italiano Angelino Alfano.
Una "ayuda" a Grecia será bienvenida, estimó el ministro español, Jorge Fernández Díaz, que se opone no obstante a "aislar" al país del espacio Schengen.
Frente a las acusaciones, el ministro griego de política migratoria, Ianis Mouzalas, rechazó con firmeza "las mentiras" sobre su presunta inacción y se preguntó si algunos países estimaban "que hay que dejar [a los migrantes] que se ahoguen".
"Según la legislación internacional, el derecho del mar, la Convención de Ginebra, la legislación europea, la ley griega, la única manera de actuar en una frontera marítima, es haciendo operaciones de rescate", añadió.
Controles por dos años
Desbordados por la llegada masiva de migrantes, en sólo tres semanas cruzaron el mar más de 30.000, según la Comisión, los Estados miembros pidieron poder extender los controles en las fronteras interiores por dos años, indicó Klaas Dijkhoff, secretario de Estado de Seguridad de Holanda, país que ocupa la presidencia semestral del bloque.
El código de fronteras Schengen permite el restablecimiento de controles por un periodo máximo de seis meses, aunque en circunstancias excepcionales, si la Comisión así lo considera, pueden extenderse por dos años, "si la situación no cambia y plantea serios riesgos para el orden público", señaló el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos.
"Schengen es el mayor logro de la Unión Europea, debemos preservarlo", añadió Avramopoulos.
En el debate de este lunes, los ministros también dieron "una clara señal a la Comisión para que Frontex", la agencia europea de control de las fronteras exteriores, "ofrezca asistencia" en la frontera entre Macedonia y Grecia.
El domingo por la noche, una pelea entre migrantes afganos y paquistaníes terminó con un muerto y dos heridos en esta frontera utilizada por miles de migrantes que se dirigen hacia el Norte del continente.
Más de un millón de migrantes llegaron a la UE en 2015, 3.500 murieron o desaparecieron en naufragios. En lo que va de enero, 139 personas murieron en su intento por alcanzar Europa cruzando el Mediterráneo.
"Seré franco con ustedes. Este año no empezó fácil", dijo Avramopoulos, que instó a que todos los Estados miembros cumplan sus compromisos, entre ellos el registro de los migrantes que llegan, el reenvío a sus países de los llamados "migrantes económicos" o el reparto entre los miembros del bloque de los 160.000 refugiados llegados a Italia o Grecia.
Otro de los compromisos es la participación en los fondos destinados a financiar la acogida de refugiados en terceros países, entre ellos Turquía. La mayoría de los migrantes llegan al bloque europeo desde ese país, por lo que el control de sus fronteras son un eslabón clave para disminuir el flujo de llegadas.
Bruselas selló un acuerdo con Ankara, por el que Turquía se comprometió a frenar las partidas de migrantes hacia Grecia a cambio de una ayuda financiera destinada a los refugiados de 3.000 millones de euros.
"Hay que ayudar a Turquía a frenar el flujo" y no presionarla, dijo el ministro griego, Ianis Mouzalas.