Orlando. El imaginario colectivo suele recordar la ciudad de Florida por sus playas, resorts y atractivos turísticos.
Sin embargo, en sólo cinco días el nombre de la ciudad plagó los titulares del mundo por razones completamente distintas: el viernes 10 de mayo, el asesinato de una cantante; la noche siguiente, el peor tiroteo masivo que recuerda Estados Unidos; y el lunes pasado, el secuestro de un niño de 2 años a manos de un caimán.
La seguidilla de hechos fatales remeció primero al mundo de la música de Estados Unidos, cuando el sábado fue asesinada a tiros la cantante Christina Grimmie, una joven promesa de 22 años conocida por su participación en "The Voice".
El ataque sucedió cuando Grimmie salió a saludar a sus fanáticos y a firmar autógrafos después de un concierto. El asesino se encontraba entre los admiradores y esperó hasta tenerla cerca para lanzar varios tiros contra la mujer.
Luego de eso, el asesino, un hombre blanco de 21 años, se quitó la vida cuando el hermano de Grimmie se lanzó sobre él.
La joven cantante fue trasladada rápidamente en estado crítico a un hospital, donde falleció por las heridas.
El jefe de la Policía de Orlando señaló que el asesino, Kevin James Loibl, viajó a Orlando con la intención específica de matar a Grimmie. Sin embargo, la investigación para dar con las razones de Loibl sigue en curso.
50 muertos, una noche
Cuando apenas se sabían los detalles del asesinato de Grimmie, la noche del sábado la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero) se conmocionó cuando comenzaron a salir a la luz las primeras informaciones de un tiroteo masivo al interior de Pulse, una discoteque gay en Orlando.
Los primeros detalles, en un principio difusos, hablaban de 50 personas muertas. Al día siguiente se especificó que el asesino había acabado con la vida de 49 personas, y luego él fue abatido por la policía en un enfrentamiento.
El nombre del asesino es Omar Mateen, y juró lealtad al Estado Islámico al ejecutar el ataque al interior del club donde la mayoría de los asistentes eran de origen latino.
Sin embargo, pese a sus declaraciones ─y la posterior reivindicación del mismo grupo yihadista por sus redes sociales─ Washington descarta que se haya tratado de un ataque organizado desde el exterior. Más bien, se habla que Mateen se vio potenciado por videos de Internet.
Pese a esto, cada vez se abren más aristas sobre las razones que llevaron al asesino a actuar. En un principio se hablaba de motivos homofóbicos, pero eso cambió cuando salieron a la luz detalles de la vida privada de Mateen: ya había frecuentado varias veces el bar gay y hablaba con hombres en aplicaciones de citas.
Las incógnitas mantienen viva la investigación, pero lo que es cierto es que se trata de la peor matanza en Estados Unidos desde ese fatídico 11 de septiembre de 2001.
El ataque del caimán
Sólo dos días después, sucedió lo impensado: un niño de 2 años que se hospedaba en un resort en Disney con su familia, fue arrastrado por un caimán hacia el lago.
Su padre intentó todo por salvarlo, pero no logró rescatar a su hijo de las manos del gigantesco animal.
La desaparición del pequeño desencadenó una inmensa operación que hasta hace poco era de "búsqueda y rescate". Sin embargo, este martes el jefe de la Policía de Orange, señaló que "no hay duda" de que el caimán mató al niño en el complejo de Disney, aniquilando cualquier esperanza de la familia de hallarlo con vida.
Esos tres hechos, en sólo cinco días, terminaron con la vida de 53 personas y cuatro caimanes que fueron sacrificados en medio del operativo de búsqueda, dejando una marca en la historia de Orlando que tardará mucho tiempo en superar.