Aunque hubo sonrisas, intercambio de regalos, algunas bromas entre los presentes y hasta tuits de agradecimiento, el calificativo que mejor describe la reunión entre el Papa Francisco y Donald Trump es "tensa".
Como si en su última reunión con los líderes de las más importantes religiones monoteístas que sostuvo durante su primera gira internacional, el presidente de Estados Unidos y el Sumo Pontífice apenas pudieran esconder sus diferencias y la polémica que protagonizaron durante la campaña a la Casa Blanca.
“Gracias, no olvidaré lo que dijo”, le manifestó Trump a la salida de la reunión privada que sostuvieron por cerca de 30 minutos.
En la cita, considerablemente más breve que la sostenida con Barack Obama en 2014, el Vaticano informó que hubo "un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas relacionados con la actualidad internacional y con la promoción de la paz en el mundo a través de la negociación política y el diálogo interreligioso".
“Necesitamos la paz”, subrayó Trump
El Papa le entregó un texto de su autoría titulado "La no violencia, estilo de una política para la paz”; el mandatario estadounidenses le correspondió con una serie de libros de Martin Luther King, el activista por los derechos civiles de los afroamericanos que murió asesinado en 1968.
Las señales que transmitían las dos autoridades durante la ceremonia era la de querer terminar luego con el asunto, aunque varios destacaron que tras la audiencia privada se mostraron un poco más relajados.
Varios medios hicieron hincapié en la tibia sonrisa que le ofreció Francisco y la exagerada que, por su lado, entregó Trump.
Aparentemente, el cruce de palabras entre ambos el año pasado, aunque sin nombrarse directamente, permanecía en el ambiente.
Frente a las políticas del magnate contra los refugiados, los musulmanes, los mexicanos, el Papa contestó que “la persona que solo piensa en construir muros y no puentes, no es cristiano”.
El neoyorquino respondió: “Que un líder religioso cuestione la fe de una persona es vergonzoso”.
Las visiones que ambos tienen sobre casi todas las materias y, aunque lo intentaron, les costó dejarlas atrás en su primera reunión, que una vez finalizada tuvo el tuit más políticamente correcto que se le haya leído en mucho tiempo.
“El honor de una vida conocer a Su Santidad el Papa Francisco. Dejo el Vaticano más determinado que nunca en perseguir la PAZ en nuestro mundo”, escribió.
