La pobreza en Perú aumentó un 1,6 % en 2022 y afecta a más de 9 millones de personas
La pobreza monetaria en Perú aumentó un 1,6 % en 2022, con respecto al año anterior, y llegó hasta el 27,5 % de los peruanos, equivalentes a 9,18 millones de personas, informó ayer, jueves (11.05.2023) el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
El documento "Perú: Evolución de la Pobreza Monetaria 2011-2022", elaborado por el INEI, precisó que la cifra de pobres en el país andino se incrementó en 628.000 personas durante el año pasado, lo que también implicó un alza de 7,3 % con relación al 2019, el año previo al inicio de la pandemia.
La medición se realizó mediante un indicador de gasto mensual, que en 2022 ascendió a 825 soles (222 dólares o 206,7 euros) por persona, un 0,7 % mayor al nivel de gasto de 2021, de 820 soles, aunque menor en 10 % respecto al de 2019, que estuvo en 917 soles.
Sin embargo, los ingresos se redujeron un 9,2 % respecto al 2019, y se recuperaron un 1,4 % en 2022, respecto a 2021, para ubicarse en un promedio de 1.089 soles mensuales (289 dólares o 272,9 euros).
El informe del INEI explicó que la pobreza monetaria afectó al 41,1 % de la población peruana del área rural y al 24,1 % del área urbana, con un alza de 9,5 % en esta zona respecto al 2019.
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Cajamarca, Puno y Ayacucho, entre las regiones más pobres
Las regiones del país más golpeadas son las andinas Cajamarca, Huánuco, Puno, Ayacucho y Pasco, con más de 40 % de pobreza monetaria entre su población.
Por otro lado, las que tienen menor incidencia de pobreza son las sureñas Ica, Moquegua, Madre de Dios, Arequipa y la norteña Lambayeque.
El estudio detalló que el 36,2 % de la población tuvo un déficit calórico en su alimentación en 2022 y que el 42,4 % de los menores, de 6 a 35 meses de edad, padece de anemia.
Asimismo, el 31,2 % de la población presentó algún problema de salud, pero no recibió atención médica, además de que el 4,8 % tiene alguna discapacidad.
Con respecto a la educación primaria, los menores de 6 a 11 años de edad presentaron una tasa de inasistencia a los centros escolares de 6,9 %, mientras que el 33,6 % presenta atraso escolar.
Al observar las condiciones de las viviendas, se reportó que 6 % de la población vivió hacinada y el 22,3 % habita en casas con piso de tierra, es decir, en una construcción inconclusa.
Sobre las condiciones de trabajo, la población ocupada mayor de 14 años presentó una tasa de subempleo de 45,9 %, mientras que el 64,9 % de los trabajadores ocupados no estuvo afiliado a ningún sistema de pensiones.