"Esta mortandad devoró tal multitud de ambos sexos que no había quien cargara los muertos a enterrarlos, pero hombres y mujeres llevaron en hombros los cuerpos de sus pequeños hasta la iglesia y los arrojaron en una fosa común, de la cual se levantó tal hedor que era casi imposible pasar por el camposanto".
Así describe una crónica de la catedral de Rochester, Inglaterra, los efectos de la Peste Negra entre 1314 y 1350.
700 años después, sigue matando gente en Estados Unidos y en algunas regiones de América Latina.
La peste, algunas veces conocida como peste bubónica (la variedad más común), es considerada como la pandemia más devastadora del historia.
En el siglo XIV dejó unos 50 millones de muertos en África, Asia y Europa. En este último continente arrasó con la mitad de la población.
Estalló otra vez en Londres en 1665 y, luego, una pandemia en China e India en el siglo XIX mató a más de 12 millones.
Cifras alarmantes
A pesar de los adelantos científicos, de mejores niveles de sanidad y de conocerse el medio de transmisión, la enfermedad no ha sido erradicada.
Es endémica en Madagascar, República Democrática del Congo y Perú. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), también persiste en Ecuador, Bolivia y Brasil.
Más sorprendente aun es que se encuentre en EE.UU., donde ha ido en aumento.
Allí se han dado 15 casos en lo que va de este año, comparados con un promedio de siete anuales, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), con sede en Atlanta.
Las cuatro muertes resultantes por la enfermedad es una cifra más alta que en cualquier otro año de este siglo.
La bacteria responsable, yersinia pestis, fue introducida en EE.UU. por barcos infestados de ratas que llegaron de Europa alrededor de 1900, según Daniel Epstein, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"La peste era bastante prevalente, con epidemias en las ciudades portuarias en el oeste. Pero la última peste urbana fue en Los Ángeles, en 1925. Se difundió entre ratas y ratones rurales, y así fue como se arraigó firmemente en partes de EE.UU.", dice.
La enfermedad es típicamente transmitida de animales a humanos a través de pulgas.
La mayoría de los casos ocurren en el verano, cuando la gente pasa más tiempo afuera.
"El consejo es, tomar precauciones contra las picaduras de pulgas y no tocar animales muertos en áreas endémicas", advierte Epstein.
Esas áreas son Nuevo México, Arizona, California y Colorado, informa CDC.
Todos los casos de este año se originaron es esos estados o en otros lugares al oeste del meridiano 100, donde la geografía y el clima son ideales para los animales que portan las pulgas infectadas.
Endemia en América Latina
En América Latina, la OPS considera cuatro países endémicos para peste:Bolivia, Brasil, Ecuador y Perú.
Allí, los casos humanos que todavía persisten están muy localizados, en general ocurren en poblaciones rurales que viven en extrema pobreza y cerca de los focos de la enfermedad, expresó un informe de 2013.
El informe documentó que en los primeros 12 años de este siglo, cerca de120 casos humanos de peste fueron reportados en la región, siendo 87% de ellos en Perú.
Particularmente, en el departamento peruano de La Libertad fueron reportados 33 casos, con cinco defunciones, entre 2009 y 2012.
La OPS opina que aunque es "considerada una enfermedad desatendida (es) posible de eliminar como problema de salud pública en la región".
Pero algunos expertos consideran que la existencia de una "reserva animal" que porta los trasmisores de la enfermedad hace muy difícil, si no imposible, la erradicación.
La viruela, la única enfermedad humana erradicada hasta ahora, no existe en animales.
Lo mismo sucede con la polio, contra la cual la OMS tiene un programa de erradicación, aunque sigue endémica en Nigeria, Afganistán y Pakistán, y acaba de resurgir en Siria desde la guerra civil.
"A no ser que exterminemos los roedores, la peste siempre estará con nosotros", opina Epstein.
La peste negra tiene una tasa de mortalidad de 30% a 60% si no se trata.
Sin embargo, el tratamiento con antibióticos es efectivo si el diagnóstico se hace temprano.
Recientemente, la investigación se ha intensificado con científicos tratando de mejorar el diagnóstico y desarrollar una vacuna humana efectiva.
No sólo para bajar el promedio de siete casos al año en EE.UU., sino para combatir el remoto riesgo de que la peste se utilice como un arma biológica.