La historia de la secta que dejó morir a una niña con diabetes tras quitarle su tratamiento de insulina



Un estremecedor caso de fanatismo religioso ha sacudido a Australia, donde un grupo sectario fue declarado culpable del homicidio de Elizabeth Struhs, una niña de 8 años que falleció por complicaciones derivadas de su diabetes. Los 14 miembros de la secta The Saints, liderada por Brendan Stevens, fueron responsables de negarle el tratamiento médico esencial, creyendo que su enfermedad sería sanada a través de la fe en Dios.
Elizabeth Struhs, que vivía en Toowoomba, Brisbane, había sido diagnosticada con diabetes tipo 1 desde temprana edad, y durante años fue tratada con insulina. Sin embargo, cuando sus padres, Jason y Jayde Struhs, se unieron a la secta cristiana The Saints, adoptaron la creencia de queDios podía curar la enfermedad de su hija, por lo que decidieron suspender su medicación.
El 2 de enero de 2022, tras un sermón del líder de la secta, el padre de la niña, Jason, le dijo que Dios había sanado su diabetes y que ya no necesitaba insulina. Aunque Elizabeth comenzó a mostrar síntomas de deterioro, los miembros de la secta continuaron rezando y cantando alrededor de ella, convencidos de que la niña sería sanada milagrosamente.
El 7 de enero de 2022, cinco días después de dejarla sin tratamiento, Elizabeth falleció debido a cetoacidosis diabética, una complicación peligrosa causada por la falta de insulina. Durante su agonía, el grupo religioso, incluyendo a sus padres, continuó orando y cantando, convencidos de que Dios la resucitaría. No fue hasta24 horas después de su muerte que Jason Struhs decidió llamar a los servicios de emergencia.

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La responsabilidad de la secta en la muerte de Elizabeth
El caso fue investigado y, tras la autopsia, se determinó que la falta de insulina fue la causa directa de su fallecimiento. El 29 de enero de 2025, tras tres años de investigación, el juez Martin Burns declaró culpables a los 14 miembros de la secta por homicidio involuntario. Aunque el juez reconoció que los acusados estaban cegados por sus creencias religiosas, concluyó que la falta de atención médica fue determinante para la muerte de la niña.
El juicio reveló que los miembros de la secta se negaron a declarar y se representaron a sí mismos durante el proceso judicial, su ausencia de declaración fue aceptado formalmente como una declaración de no culpabilidad. Jayde Struhs, la hermana mayor de Elizabeth, quien abandonó la secta años antes describió sus creencias como ajenas a cualquier iglesia cristiana convencional, en una entrevista con el Canal 7 en 2022.
La sentencia final de los acusados se dará a conocer el 11 de febrero de 2025.