Una fiesta universitaria en el Borderline Bar and Grill de Thousand Oaks, a unos 50 kilómetros de Los Ángeles, terminó en tragedia. Al interior del recinto un tirador comenzó a disparar a quemarropa dejando un saldo de 11 jóvenes y un oficial de policía muertos.
El uniformado fallecido arriesgó su vida para entrar al local y tratar de salvar las vidas de quienes se encontraban atrapados entre los disparos. Se trata del sargento Ron Helus, efectivo policial que tenía 29 años de servicio y estaba pronto a acogerse a retiro en 2019.
Medios estadounidenses han informado que Helus tenía una amplia experiencia como instructor de armas para el FBI y en el equipo táctico SWAT. Sin embargo su experiencia no logró salvarlo de la muerte, considerando el escenario al que debió enfrentarse.
A pesar de estar solo decidió hacer el ingreso para frenar al tirador. Pero antes realizó una llamada muy importante para él. Con la prisa de entrar en acción y ante los gritos de pavor de los jóvenes, tomó su celular y marcó al móvil de su esposa para decirle "te amo".
Escasas palabras que quedarán en la memoria de su mujer en un relato que se mezcla con las declaraciones del sheriff de la ciudad, indicando que Helus "murió como un héroe, entró para salvar vidas".
Según la Gun Violence Archive, este tiroteo es el 307 en lo que va de 2018. Incidente que dejó 13 fallecidos, de ellos 11 civiles muertos, un policía y el tirador que fue encontrado minutos después en el centro de eventos sin vida.