La estremecedora foto de un niño acusado de brujería en Nigeria
La desgarradora fotografía de un pequeño niño nigeriano que sediento y con hambre pide ayuda a una voluntaria danesa en África ha dado la vuelta al mundo.
La imagen fue tomada el pasado 31 de enero en Lagos (sur de Nigeria), cuando miembros de la ONG African Children's Aid Education and Development Foundation encontraron en las calles de la ciudad a un niño al que nadie prestaba ayuda, pese a estar enfermo, desnutrido y con mucha sed.
Anja Ringgren Loven es la fundadora del grupo y trabaja desde hace algunos años en el país luego de escuchar que allí era habitual que niños fueran abandonados a suerte acusados de brujería.
En enero recibió una llamada acerca de un pequeño de dos o tres años que deambulaba solo en un barrio de la ciudad, alimentándose de las sobras que le arrojaban algunas personas.
"Un niño no puede sobrevivir mucho tiempo solo en las calles. Se preparó de inmediato una misión de rescate", relató Loven al sitio Huffington Post UK.
Al llegar al lugar, Loven y sus compañeros lo encontraron. Estaba desnudo, extremadamente delgado y enfermo.
Ella quedó impactada y lo primero que hizo fue darle agua de su botella y algo de comer. En ese instante, alguien del grupo tomó la desgarradora fotografía en la que aparece acuclillada junto al niño.
Luego de darle de comer, lo envolvió con una manta y lo llevó a un hospital para que fuera atendido.
La página de Facebook de la ONG publicaría después la historia con imágenes de la recuperación de Hope (Esperanza), nombre que dieron al niño.
"La condición de Hope es estable ahora. Come y responde al medicamento que recibe (…) Hoy en día tiene energía para sentarse y nos sonríe. Es un pequeño muy fuerte", escribieron.
Dejó todo y viajó a Nigeria
Loven vive en Nigeria con su familia desde hace tres años. "Lo que vi eran tan bárbaro y terrible que dejó una profunda impresión en mí (…) Por eso que decidí vender todo lo que tenía en Dinamarca para dedicar mi tiempo y vida a ayudar a estos niños", dijo.
Con su pareja, David, ahora dirige un hogar que rescata y acoge a niños abandonados.
Ambos tienen un hijo de dos años, y han decidido cuidar a otros 34 niños de distintas edades que viven en su hogar, todos los cuales fueron acusados de brujería y abandonados por sus familias.
"Cuando los niños son maltratados, abusados y dejados solos en la calle, les inflingen un trauma terrible que llevarán dentro de ellos. Ser rechazado por su propia familia debe ser la peor sensación de abandono que un niño pueda experimentar, y no creo que cualquiera pueda imaginar lo que se siente".
La ONG de Loven también trabaja para asegurar que todos los niños en el estado nigeriano de Akwa Ibom tengan la oportunidad de ir a la escuela, porque "la educación es clave en la lucha contra la superstición" que está detrás de historias tan dramáticas como la de Hope.