Una nueva investigación sugiere que la dieta de los veganos genera solo un 30% del impacto ambiental que producen quienes consumen mucha carne, por lo que se trata de la forma de alimentación menos dañina para el planeta, según se detalla en una reciente publicación de la revista Nature.
Si bien es aceptado y conocido que la industria cárnica y de los productos de origen animal tienen un impacto mayor en el medio ambiente y tienen un papel relevante en el cambio climático, la reciente investigación buscaba demostrar esta aseveración con resultados cuantificables.
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Factores para medir el impacto ambiental
Los científicos analizaron los datos de unas 55.000 personas en el Reino Unido y establecieron cinco formas de medir el impacto de su alimentación: uso de la tierra, uso del agua, contaminación del agua, pérdida de la biodiversidad y emisiones de gases de efecto invernadero.
Los participantes de la investigación fueron observados durante un año y clasificados en seis grupos diferentes de alimentación: veganos, vegetarianos, consumidores de pescados y consumidores de baja, media y alta cantidad de carne.
Comparación de veganismo vs. carnívoros
Asimismo, los científicos analizaron simultáneamente el impacto ambiental de 57.000 alimentos, pero en esta oportunidad se tomó en cuenta dónde estos fueron producidos, por ejemplo, zanahorias provenientes de campos británicos o cultivadas en un invernadero en España.
Incluso la dieta vegana menos sostenible, por ejemplo, con alimentos que provienen de regiones lejanas o de producción masiva, seguían siendo más amigables con el medio ambiente que la dieta más sostenible del carnívoro.
"La carne utiliza más tierra, lo que significa más deforestación y menos carbono almacenado en los árboles. Utiliza muchos fertilizantes (normalmente producidos a partir de combustibles fósiles) para alimentar a las plantas que alimentan a los animales. Y porque las vacas y otros animales emiten directamente gases", explicaron los autores en The Conversation.
Un impacto en la reducción del consumo de carne
Además, aquellos que comen bajas cantidades de carne tuvieron alrededor un 70% de impacto en la mayoría de las medidas ambientales en comparación con quienes comen altas cantidades de carne, lo que sugiere que no es necesario ser vegano o vegetariano para marcar una diferencia. Lo importante está en la reducción del consumo de carne.
"Nuestro estudio y otros siguen consolidando la evidencia de que el sistema alimentario tiene un enorme impacto medioambiental y sanitario global que podría reducirse con una transición hacia dietas más basadas en plantas", señalaron.
"Esperamos que nuestro trabajo pueda animar a los responsables políticos a tomar medidas y a la gente a hacer elecciones más sostenibles sin dejar de comer algo nutritivo, asequible y sabroso", concluyeron.