Después de que Mario López sobreviviera a la masacre de Orlando, EE.UU. y fuera trasladado al hospital con heridas leves, la factura médica que le llegó se sumó a las angustias que vivía en ese momento.
La deuda que había acumulado López tras haber sido atendido durante siete horas ascendía a alrededor de US$20.000, según le dijo al diario local Orlando Sentinel.
"Estaba muy preocupado porque no tenía cómo pagarlos", le dijo al medio.
López estaba de fiesta en el club nocturno Pulse la noche del 12 de junio, cuando Omar Mateen abrió fuego dentro del local y mató a 49 personas. la masacre más mortífera en la historia reciente de EE.UU.
Poco después de dos meses del ataque que sacudió al país, los hospitales que atendieron a los heridos y víctimas anunciaron este miércoles que no les cobrarán los gastos médicos a los pacientes del tiroteo.
Una decisión que fue bienvenida por los beneficiados.
Y es que las costosas cuentas médicas son la primera causa de bancarrota personal en ese país.
"Es un gran alivio", dijo López, quien además no contaba con un seguro médico.
El Hospital de Florida y el Centro Médico Regional de Orlando (ORMC, por sus siglas en inglés) confirmaron que los gastos médicos ascienden a US$5,5 millones por haber tratado a 53 heridos.
Otras maneras de saldar la deuda
Los funcionarios del ORMC aclararon que algunas facturas serán enviadas a aseguradoras de salud para aquellos pacientes que tenían cobertura, pero que las lesiones que no cubran estas compañías serán absorbidas por la cadena hospitalaria.
Esta institución también se comprometió a asumir los costos de las cirugías a las que tengan que someterse algunos pacientes más adelante como parte de sus tratamientos.
Por otro lado, el Hospital de Florida, que atendió a nueve pacientes, declaró que no les cobrará a las compañías de seguro por los tratamientos.
Antes de que esta medida fuese anunciada, varios familiares de algunos fallecidos y sobrevivientes habían creado campañas de recaudación de fondos por internet para financiar sus deudas médicas y gastos fúnebres.
La página web de crowdfunding, Go Fund Me, reportó un total de US$4 millones en donativos tan solo cuatro días después del ataque, repartidos entre las diferentes campañas iniciadas en esa plataforma.
Recolectar dinero en línea también fue una de las iniciativas de algunos afectados del tiroteo en un cine de Aurora (Colorado) en 2012, que dejó 12 muertos y 70 heridos.
Aunque en aquel entonces los centros médicos que atendieron la contingencia declararon que eliminarían o reducirían en lo más posible las facturas de los pacientes, hay quienes todavía mantienen sus campañas de recaudación por internet para cubrir los gastos de su recuperación.
