La desesperada búsqueda de una de las víctimas del tiroteo de Orlando por su familia venezolana
La madrugada del domingo 12 de junio quedará grabada en la historia de Estados Unidos por ser una de las peores masacres en la historia reciente del país.
Ese día Omar Mateen irrumpió en el club nocturno gay Pulse, en la ciudad de Orlando (Florida, EE.UU.) y mató a 49 personas,la mayoría de ellos jóvenes de origen hispano.
Sin embargo, la familia de Simón Carrillo Fernández, el único venezolano que figura en la lista de fallecidos hasta el momento, no se enteraría de su muerte hasta casi un día después, tras una búsqueda incesante.
El hombre de 31 años no aparecía en las listas de fallecidos ni en las de sobrevivientes.
Como sucedió a muchos familiares y amigos de las víctimas, las horas posteriores a la noticia del ataque estuvieron marcadas por los nervios, la incertidumbre y el dolor.
BBC Mundo conversó con una de estas familias.
"Fuimos a dos hospitales y no podíamos dar con él. Luego nos alojaron en un hotel y después nos pidieron que descansáramos en nuestra casa y quevolviéramos el lunes a las 10 a ver los listados", contó Aileen Carrillo, una de las hermanas de Simón.
Pero no hizo falta.
"A las cuatro de la mañana de este lunes llegaron los policías y el FBI a la casa para informarnos que mi hermano había muerto".
La noticia
Aunque Simón vivía en la misma casa que Aileen y su madre, Digna, su hermana no estaba al tanto de que él saldría de fiesta la noche del sábado.
"Me enteré a las 8 (13:00 GMT) del domingo que todo había pasado y que mi hermano estaba desaparecido junto con otros cuatro amigos", contó.
El hermano mayor de Aileen fue el primero en alertarle que Simón había ido al club nocturno con un grupo de unos nueve amigos y que ninguno contestaba el teléfono.
"En la mañana seguían desaparecidos cuatro y habían aparecido dos, que estaban heridos, y una de las muchachas, que fue la que tomó la última foto de mi hermano", dijo Aileen.
Conforme pasaban las horas, se iban conociendo más nombres de las víctimas, y Aileen supo que entre ellas también estaban tres de sus amigos más cercanos en Orlando.
Con la voz quebrada al teléfono, Aileen pronunció sus nombres.
"Eran Rodolfo Ayala, mi mejor amigo, Óscar Aracena y Jean Carlos Méndez Pérez. Todos muchachos emprendedores".
Ayala y Méndez eran de nacionalidad puertorriqueña y Aracena tenía ascendencia dominicana.
"Esto ha sido horrible. Tengo a tres familias en el mismo dolor. Perderlos a todoses más duro todavía. Mucho más", dijo.
Aileen destacó que si bien ha trascendido en algunos medios que su hermano y Aracena eran pareja, esta información no es verdadera.
Por el sueño americano
A Aileen todavía se le hace imposible hablar en tiempo pretérito de su hermano.
"Él es mi mayor ejemplo porque es el menor y es quien realmente aquí ha logrado todo", dijo entre lágrimas.
Simón Carrillo había llegado a Orlando desde la ciudad de Barquisimeto, en el occidente de Venezuela, casi diez años atrás para perseguir un mejor futuro.
Como gerente de una sucursal en una cadena de comida rápida, Carrillo pudo reunir suficiente dinero para comprar una casa y un carro.
Tiempo después arribaron al país su hermana Aileen, su madre y otro hermano.
Simón era el soporte del hogar donde vivían su madre y Aileen.
Además de trabajar, Carrillo estaba estudiando en la universidad para convertirse en contador público.
"Él ha logrado muchas cosas. Es como cuando tú dices que estás alcanzando el sueño americano", djio Aileen.
Ahora "es muy difícil venir a la casa y encontrar su carro y todas sus pertenencias".
Lo que viene
Por tratarse de una investigación federal y de la magnitud del incidente, las autoridades todavía no han entregado los cuerpos de los fallecidos a sus familiares.
"No he visto a mi hermano. No he podido identificarlo. Entiendo que de cierta forma es por la seguridad de todos, pero es doloroso igual", le dijo Aileen a BBC Mundo.
De momento, recuerda la conversación que mantuvieron por chat en la que Simón le envió fotos de su reciente viaje a Nueva York y a las cataratas del Niágara.
"Teníamos un grupo de chat familiar y ahí nos mandábamos fotos".
Esas mismas imágenes fueron las que vio Adriana Carrillo, la otra hermana de Simón por parte de padre, quien está en Caracas.
Adriana publicó un video este lunes en sus redes sociales para pedir ayuda monetaria y así poder viajar a Orlando junto con otros dos hermanos.
"Por lo difícil que están las cosas aquí, no tenemos ni el dinero suficiente ni las visas para viajar a acompañar a mi familia", le dijo Adriana a BBC Mundo.
Carrillo espera que en los próximos días pueda comprar unos pasajes aéreos y les concedan las visas humanitarias para entrar en Estados Unidos.
"Del condado de Orange habló alguien diciendo que darían visas temporales a los familiares de las víctimas de la masacre. Así que confiamos en que todo se resolverá".
Aileen también aspira a que su familia llegue pronto para apoyarla sobre todo con su madre: "Tengo que mantener la fuerza para ella. Pero imagínate, es muy difícil".