El supuesto ensayo nuclear que Corea del Norte se ha adjudicado y que habría generado un sismo 5,1 Richter en la zona producto de la llamada "Bomba de Hidrógeno", ha causado alarma en la comunidad internacional y una condena generalizada contra el régimen de Kim Jong Un.
Frente a este tipo de "ejercicios" siempre vuelve a estar sobre la palestra el rol destructivo que puede alcanzar al ser humano y que ha quedado en evidencia durante la historia como el ataque nuclear de Estados Unidos a Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el 30 de octubre de 1961 es una fecha insigne en lo que a detonaciones se refiere. El casi anónimo nombre de Andrei Durnovtsev pasó a los libros como el piloto soviético que ha lanzando la bomba nuclear más grande realizada por la humanidad.
Más conocida como "Bomba del Zar", esta fabricación soviética pesaba 27 toneladas y medía ocho metros de largo; un tamaño que hubo que adaptar para introducir en el avión Túpolev Tu-95. Su construcción estaba ligada a investigación científica y propagandística debido a la intensa rivalidad de la "Guerra Fría".
Para llevar la tarea la misión debió ser lanzada desde un paracaídas a a casi 10 mil metros de altura y así garantizar la huída del píloto para al momento qie se produjera el estallido sobre los 4 mil metros.
En total, la detonación liberó más de 50 megatones (Mt) que habría roto ventanas a casi 800 kilómetros de distancia y propiciado un hongo nuclear de 64 Km de altura.
Además, el destello fue visible a más de 1.000 Km. de distancia de Nueva Zemba, el archipiélago del norte de la actual Rusia donde se realizó la prueba. La energía térmica fue tan grande que podría haber causado quemaduras de tercer grado a una persona que se encontrara a 100 km. de la explosión.
La "Bomba del Zar" fue 3.800 veces más poderosa que la 'Little Boy' detonada en Hiroshima, de 15 kilotones y que mató a más de 66.000 personas.