La batalla política que desató en EE.UU. la lucha contra el zika
La mala noticia que EE.UU. no quería escuchar llegó el viernes, pues las autoridades detectaron cuatro casos de personas infectadas con el virus del zika de forma local.
Hasta ahora el territorio continental estadounidense tenía más de 1.600 casos de personas infectadas, pero éstas se habían contagiado fuera del país.
Pero los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informaron el viernes que los cuatro casos detectados en Florida son "probablemente la primera aparición conocida de la transmisión del virus zika transmitida por mosquitos locales".
"La conclusión es que el zika ya está aquí", dijo el director de los CDC, Tom Frieden, este viernes.
"Toda la evidencia que hemos visto indica que se trata de la transmisión por mosquitos que tuvo lugar hace varias semanas en varias cuadras de Miami", según los CDC.
Ante la situación, el gobernador de Florida, Rick Scott, ordenó crear un perímetro de seguridad en donde fueron detectados los casos, en los condados vecinos de Miami-Dade y Broward.
Pero la situación también revivió el debate político que se ha librado en Washington D.C. desde febrero, cuando el gobierno de Barack Obama solicitó al Congreso aprobar US$1.900 millones para la lucha contra el zika en EE.UU.
La enfermedad causa malestares en adultos que no representan mayor riesgo si son tratados adecuadamente, pero también está ligado a la microcefalia que desarrollan bebés en gestación.
De ahí que mantener el control de la enfermedad es relevante, pues se transmite a través del mosquito Aedes aegypti que se reproduce con facilidad en ambientes húmedos como el de Florida.
Diálogo cortado
Mientras que en países sudamericanos, principalmente en Brasil, el brote de zika se ha extendido, el plan de EE.UU. para investigarlo y prevenir casos endémicos quedó congelado semanas en Washington D.C.
Los representantes republicanos, que tienen la mayoría de ambas cámaras en el Congreso, finalmente en junio aprobaron un presupuesto reducido de US$1.100 millones.
Pero a ello agregaron otras iniciativas que complicaron las negociaciones en el Senado.
Una era reducir el presupuesto del Planned Parenthood, el mayor proveedor de servicios reproductivos para el gobierno que, entre otras cosas, ofrece el servicio de interrupción del embarazo que rechaza el ala republicana más conservadora.
Otra la reducción del presupuesto a la Ley de Cuidados de Salud Asequible, el programa conocido como Obamacare al que siempre se han opuesto los republicanos.
Y también exigían el retiro del veto a la izamiento de la bandera confedera, cuyo uso fue prohibido en 2015 por su pasado histórico ligado a la esclavitud y el racismo pero que es respaldad en los estados republicanos.
Las demandas republicanas hicieron que los demócratas del Senado bloquearan la iniciativa enviada por la Cámara de Representantes, lo que dejó nuevamente en el aire el plan para el zika.
El dinero es importante para los gobiernos locales, como el de Florida, para financiar acciones preventivas como la fumigación contra mosquitos que transmiten enfermedades, entre ellas el zika.
El viernes el gobernador Rick Scott ordenó contratar "inmediatamente a compañías comerciales de control de plagas para incrementar las fumigaciones" en la zona afectada, la cual es cercana a las playas de Miami que visitan los vacacionistas.
Llamado a actuar
Sin un presupuesto del Congreso, el gobierno de EE.UU. ha destinado US$2 millones de los CDC para atender la situación en Florida, además de que el estado cuenta con un apoyo de US$27 millones para emergencias.
Pero un brote del virus del zika requeriría una inversión de gran alcance, como ya lo han experimentado los países con el brote activo.
"Porque el Congreso no actúa, no estamos en condiciones de suministrar suficientes fondos para esto", dijo el viernes el vocero adjunto de la Casa Blanca, Eric Schultz, al comentar el caso de Florida.
"El presidente hizo llamados urgentes en febrero, y el Congreso aun así decidió no hacer nada al respecto (…) Si vuelven y se ponen a trabajar, entonces podemos proporcionar más recursos a los estados como Florida y en otros lugares", agregó.
El Congreso de EE.UU. regresa a sus trabajos en septiembre, pero tienen la opción de citar a sesiones extraordinarias para discutir asuntos de urgencia, como puede ser la situación del zika en Florida.
El senador por Nevada, el demócrata Harry Reid, estuvo entre varios legisladores que pidieron este viernes el regreso a sesiones del Congreso para discutir el tema.
"El zika es una emergencia de salud pública que requiere inmediata acción bipartidista. Los estadounidenses no pueden darse el lujo de esperar hasta que las vacaciones del Congreso terminen", dijo Reid.
Por su parte, el republicano de FloridaMarco Rubio criticó la lentitud de recursos "ya disponibles" desde el gobierno de Obama para atender la emergencia, pero también hizo un llamado a su partido.
"Como ya he dicho una y otra vez, ambos partidos en el Congreso deben actuar juntos y aprobar fondos para combatir el virus zika", dijo a la prensa de Florida este viernes.
Pero en tanto los líderes del Congreso no se pongan de acuerdo, la situación podría empeorar.