Para dejar enmarcado un día histórico, el izamiento de la bandera cubana en la nueva sede diplomática en Washington es la postal que dejará marcada en la historia el fin de los 54 años de hostilidades entre Estados Unidos y Cuba, con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Luego de eso, el canciller Bruno Rodriguez presidió la ceremonia de reapertura en la sede, acompañado de una misión desde Cuba junto a la sociedad civil y política.
Del lado norteamericano, estuvo presente la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y altos funcionarios del departamento de Estado, Justicia, Comercio y el Tesoro. Miembros del congreso, y sociedad civil.
“La bandera que se izó es la misma que se bajó hace 54 años, conservada por una familia de libertarios en Florida y luego por un museo en Cuba”, apuntó el canciller al inicio de la ceremonia. “esperaban que este día llegaría”.
“Ondea nuevamente en este lugar la bandera de la estrella solitaria que encarna la generosa sangre derramada y la lucha de nuestro pueblo por más de 100 años”, dijo Rodriguez y rindió homenaje a “todos los que cayeron en su defensa".
Además agradeció a Fidel Castro, “cuyas ideas siempre guardaremos con fidelidad suprema”.
“Soy portador de un saludo de Raúl Castro" y de su deseo de avanzar hacia una convivencia civilizada aún ante la diferencia de ambos países, apuntó Rodriguez en la ceremonia y agregó que este paso sería un “un desarrollo a la paz, el desarrollo y la estabilidad del continente”.
“Con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas culmina una primera etapa de la normalización de las relaciones bilaterales” apuntó el canciller haciendo hincapié que ahora comenzaba un nuevo y gran desafío de restablecimiento de las relaciones.
“Es grande porque nunca ha habido relaciones normales, pese a un siglo y medio de un enriquecedor vínculo entre los pueblos”, dijo.
Rodriguez se refirió a los temas pendientes para llegar a un restablecimiento completo de las relaciones como “el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, que ha costado tanto a nuestra gente, la devolución del espacio ocupado de Guantánamo y el respeto a la soberanía de Cuba".
“Cada paso contará con el reconocimiento del gobierno”, pero advirtió que cualquier intento de Estados Unidos de inmiscuirse en los temas internos de Cuba no será aceptado.
Finalmente agradeció en nombre del gobierno cubano a Barack Obama y a los políticos y sociedad civil estadounidense que ayudaron a impulsar la llegada de este día.