El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, supervisó un simulacro de ataque armado a instituciones gubernamentales de Corea del Sur y lanzó nuevas amenazas militares al país vecino. Así lo informaron este jueves (24.03.2016) medios estatales en Pyongyang. El joven dictador dirigió el ejercicio con fuego real, en el que se simuló "volar por los aires Cheongwadae (la Casa Azul presidencial) y los órganos reaccionarios en Seúl" con los disparos de "más de un centenar de piezas de artillería de largo alcance", según describió la agencia de noticias norcoreana KCNA en un comunicado.
"Los cañones de artillería abrieron fuego con ruido ensordecedor, golpeando fuertemente los objetivos imaginarios: Cheongwadae y las máquinas de poder de Seúl", según la agencia. Tras el simulacro, Kim Jong-un felicitó a las tropas, a las que instó a "avanzar para lograr la histórica causa de la reunificación nacional en cuanto reciban la orden de atacar". La nueva ofensiva de Pyongyang llega solo dos días después de que amenazara con lanzar un ataque militar sobre la Casa Azul, residencia de la presidenta Park Geun-hye.
Aún más tensión
En respuesta, la jefa de Estado surcoreana ordenó el jueves al Gobierno incrementar el nivel de vigilancia y pidió a las Fuerzas Armadas que se preparen para responder "de manera agresiva" a cualquier acción armada del país vecino. La tensión en la península coreana se ha intensificado desde que Corea del Norte llevara a cabo su cuarta prueba nuclear a principios de enero y el lanzamiento de un cohete espacial, considerado un ensayo de misiles encubierto, en febrero.
El Consejo de Seguridad de la ONU castigó ambas acciones con la resolución 2270, que impone al país fuertes sanciones financieras y comerciales, mientras EE.UU., Corea del Sur y Japón dictaron medidas punitivas adicionales de forma unilateral para tratar de ahogar la economía de su enemigo. Además, Seúl y Washington llevan a cabo hasta finales de abril en territorio surcoreano unas maniobras militares a gran escala para coordinar la defensa ante el país comunista.
Corea del Norte, que rechaza las sanciones y considera las maniobras un "ensayo de invasión" de su país, ha emitido en las últimas semanas numerosas amenazas de guerra y ha realizado varios lanzamientos al mar de misiles de corto y medio alcance, el último de ellos el pasado lunes.