El líder norcoreano Kim Jong-Un se burló este viernes el presidente estadounidense, Donald Trump, a quien calificó de "trastornado mental" y advirtió que lo va a hacer "pagar caro" por las amenazas contra su país en la ONU.
"Voy a hacer que el hombre que tiene las prerrogativas del comando supremo de Estados Unidos pague caro por su discurso en el que pidió la destrucción total de DPRK (Corea del Norte)", dijo Kim, citado por la agencia estatal KCNA.
El líder norcoreano dijo que el comportamiento de Trump es el de un "desquiciado mental" y que Corea del Norte considerará medidas, porque "lo ha insultado a él y al país ante los ojos del mundo".
Ese jueves Donald Trump anunció que adoptará nuevas sanciones contra empresas que negocien con Corea del Norte, un primer paso hacia medidas punitivas contra compañías chinas y de otros países.
Después de amenazar en su debut en la ONU con "destruir totalmente a Corea del Norte", firmó un decreto que permite sancionar a "individuos y empresas que financien y faciliten el comercio con Corea del Norte", lo que puede resultar en un ajuste dramático del cerco económico en torno a Pyongyang.
También informó que el Banco Central de China ordenó a sus filiales que limiten el comercio con Corea del Norte, una decisión que describió como "audaz" e "inesperada".
La medida no fue confirmada inmediatamente por Pekín pero podría cortar una fuente vital de divisas extranjeras al régimen de Pyongyang.
"No deseamos el colapso de Corea del Norte"
Trump se reunió este jueves con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.
Antes del encuentro, Moon llamó en su discurso en la ONU a reducir las tensiones generadas por las crecientes pruebas nucleares y misilísticas de Pyongyang, y alertó sobre el riesgo de una guerra accidental.
"No deseamos el colapso de Corea del Norte", dijo Moon. "La cuestión nuclear en Corea del Norte debe ser administrada de forma estable para que las tensiones no se intensifiquen o choques militares accidentales no destruyan la paz", afirmó.
Japón respalda a Estados Unidos
Nunca antes la amenaza norcoreana había pesado tanto sobre la cita anual de líderes mundiales, que aunque están divididos sobre cómo enfrentar al aislado régimen de Kim Jong-un, en agosto y septiembre lograron adoptar por unanimidad nuevas sanciones contra Corea del Norte.
El canciller chino, Wang Yi, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, han hecho llamados al diálogo y advertido que una opción militar sería catastrófica.
En su discurso el miércoles, el primer ministro japonés respaldó la dura posición de Estados Unidos, que repite que "todas las opciones están sobre la mesa" para disuadir a Kim.
"La gravedad de la amenaza no tiene precedentes" y se convirtió en un "asunto urgente" de tratar, afirmó Abe, cuyo país recientemente fue sobrevolado dos veces por misiles de Corea del Norte. Pyongyang también realizó una prueba nuclear de una potencia sin igual en su territorio.
"Lo que se necesita (...) no es diálogo, sino presión", añadió.
El Norte y el Sur de la península coreana trabaron una feroz guerra entre 1950 y 1953 que nunca tuvo un fin formal, sino un endeble cese del fuego en vigor hasta la actualidad.