Las fuerzas armadas de Ucrania y los separatistas prorrusos volvieron a acusarse de nuevos ataques y de violar el alto el fuego en el este del país, en medio de crecientes tensiones y temores de una invasión de Rusia a esta exrepública soviética.
El ejército de Kiev reportó 66 incidentes armados hasta las 7h00 del sábado (04h00 GMT), un número particularmente elevado, mientras que los rebeldes del bastión separatista de Donetsk calificaron la situación de "crítica".
El comunicado de Kiev dijo que los rebeldes utilizaron obuses prohibidos de 82 y 120 milímetros en sus ataques contra localidades en la línea de frente de las regiones de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania.
"No ha habido pérdida de miembros de las fuerzas armadas como resultado de los ataques del enemigo", agregó.
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"Las fuerzas armadas controlan la situación y continúan llevando a cabo su misión de rechazar y contener la agresión armada de la Federación Rusa", indica el texto.
Rusia niega cualquier participación en el conflicto en el este de Ucrania y lo califica de asunto interno de ese país.