AFP
El secretario de Estado estadounidense John Kerry criticó el martes en Pekín una nueva ley que restringirá las actividades de organizaciones no gubernamentales (ONG) extranjeras, en un acto en presencia de responsables gubernamentales chinos.
"He transmitido al consejero de Estado Yang Jiechi nuestra preocupación por la ley recientemente adoptada sobre la gestión de actividades de oenegés extranjeras", dijo Kerry, junto a Yang, al clausurar el "8º diálogo estratégico y económico" entre las dos potencias.
Kerry aludió también a las "preocupaciones internacionales sobre crecientes restricciones a las libertades religiosa y de expresión" en China. Aludía a los numerosos incidentes entre las autoridades y las comunidades religiosas del país, y a la ola de represión contra abogados y periodistas chinos.
La nueva ley china sobre las ONG, adoptada de forma casi unánime en abril por el parlamento chino -- controlado por el Partido comunista-- otorga a la policía poderes ampliados sobre estas organizaciones, y les prohíbe reclutar miembros o recolectar fondos en el país.
Al menos un millar de ONG extranjeras trabajan en China, desde organismos caritativos hasta grupos ecológicos, pasando por estructuras universitarias.
Tres relatores especiales de la ONU para los derechos humanos, consideraron que "las disposiciones extremadamente amplias y ambiguas" de la ley "pueden ser utilizadas como instrumentos para acallar cualquier opinión o punto de vista divergente en el país".
Pekín se declaró "firmemente opuesto" a esta declaración, que consideró una "flagrante injerencia en la soberanía jurídica y en los asuntos internos de China".