La defensa de Lula recibió una primera negativa en su proceso de apelación al fallo que lo condenó a nueve años de prisión por corrupción, luego que el juez Sergio Moro rechazara las correcciones a una serie de omisiones planteadas por los abogados del ex presidente brasileño.
Las acciones se concentraban en esclarecer la propiedad del departamento en el balneario paulista de Guarujá que habría recibido el ex mandatario de la constructora OAS, a cambio de favores políticos.
La defensa argumentó que el inmueble pertenece a la cuestionada empresa, involucrada en varios actos de corrupción, para lo cual presentó declaraciones de testigos. Sin embargo, el magistrado mantuvo su postura de que el dueño es Lula.
"No existen ni omisiones, ni oscuridades ni contradicciones en la sentencia", dijo Moro.
Lula insiste en su inocencia e, incluso, criticó el actuar del juez. "Quiero probar que Moro erró, que mienten demasiado (...) Él se comporta como un zar, que hace lo que quiere, cuando quiere y sin respeto al derecho democrático o la Constitución", aseguró hoy en una entrevista radial.
Las próximas apelaciones de la defensa de Lula serán realizadas en tribunales de Porto Alegre.