Joven queda con la mandibula destrozada luego de que su cigarro electrónico explotara
Austin Adams, un joven estadounidense de 17 años, resultó con parte de su mandibula destrozada, sus dientes rotos y gran parte de su boca ensangrentada, debido a que el cigarrillo electrónico que fumaba mientras viajaba en autobus explotó.
El joven, que pretendía dejar de fumar tabaco utilizando un vaper, tuvo que viajar una distancia de 400 kilómetros para poder tratar las graves lesiones que le provocó la explosión del dispositivo. La madre de Adams, Kailani Burton, dijo a NBC News que su hijo "estaba en estado de shock y no podía hablar" cuando llegaron al centro hospitalario.
El hecho además ocurrió cuando el joven fumaba al interior de un bus, generando temor en los demás pasajeros. Anteriormente, el chofer le había gritado que no podía usar su vaporizador en el interior del vehículo.
La doctora que estuvo encargada de la intervención quirúrgica de Adams, Katie Russel, explicó que el joven "no recordaba haber hecho nada malo con el dispositivo de antemano, y simplemente explotó".
Además, dijo que el adolescente tuvo que ser sometido a una reducción abierta, fijación interna de fractura, extracción dental y desbridamiento del tejido desvitalizado producto de las múltiples quemaduras provocadas por la explosión.
El joven tuvo que someterse a una cirugía más y a un tratamiento de seis semanas para poder recuperarse. Sin embargo, aún no recibe los implantes que reemplazarán las piezas dentales que perdió en el accidente.