Julia Wendell, joven de 21 años que se hizo conocida por decir que era Madeleine McCann, se ha visto involucrada en una investigación por un presunto almacenamiento de pornografía infantil en su celular.
La joven polaca se había hecho viral tras afirmar que pensaba que era la niña británica desaparecida en 2007. Sin embargo, un test de ADN al que se sometió descartó dicha versión.
Según recogió New York Post, la policía de California, Estados Unidos, incautó un teléfono celular a raíz de un caso que involucra a la mujer.
El sargento Mike Woodroof, del Departamento del Sheriff del condado de Orange confirmó la recuperación del dispositivo, pero se negó a ahondar en detalles. Por su parte, Fia Johansson, autoproclamada detective médium, afirmó que el dispositivo fue entregado voluntariamente a los investigadores.
Y, en esa línea, The Sun reportó que fue la propia Fia Johansson quien presentó un informe a la policía de Estados Unidos afirmando que un celular que Julia Wendell había dejado parecía contener imágenes explícitas de niños y evidencia de que la joven estaba alentando a niñas a unirse a plataformas eróticas, lo cual fue negado rotundamente por la emplazada.
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La médium entregó dicho celular al Departamento del Sheriff del condado de Orange, organismo que entregará la evidencia a las fuerzas de orden de Alemania y Polonia para cursar la investigación.
"La policía se está tomando muy en serio y me han asegurado que se realizará una investigación completa", dijo Johansson al citado medio.
Por su parte, Julia Wendell ha negado cualquier acusación en su contra y dijo que ha dialogado con la policía polaca en relación al caso. "No tenía pornografía infantil en mi teléfono. No soy una pedófila y nunca traté de alentar a ningún adolescente a hacer algo ilegal, malo y repugnante".
Al abordar el posible hallazgo de imágenes en su teléfono, Wendell indicó que alguien más debió haberlas puesto ahí, agregando que había comprado su celular a una persona desconocida.
"Solo piénsalo con cuidado, si alguien es un pedófilo creo que esta persona nunca irá solo a una estación de policía o esta persona nunca hablaría de lo que estaba hablando en público con todo el mundo porque sería muy peligroso para esta persona. No es lógico... Estoy diciendo la verdad y limpiaré mi nombre porque no soy un monstruo", subrayó.
Desde la Policía confirmaron la recepción de la información de Johansson y que iniciaron una investigación. Pero pese a ello, hasta el momento la investigación no ha apuntado a un delito, aunque las diligencias siguen su curso para determinar si se pueden identificar elementos criminales.
"Nuestra investigación lo está analizando en profundidad y vamos a dejar que hagan sus deberes de investigación y luego, a partir de ese momento, dejaremos que el sistema judicial se haga cargo, si es necesario", destacó Mike Woodroof.