José Mujica quiere que lo entierren junto a los restos de su perra Manuela
El expresidente de Uruguay, José 'Pepe' Mujica, ha manifestado públicamente que desea que sus restos sean colocados junto a los de Manuela, una de sus mascotas preferidas, fallecida en junio de 2018 a los 22 años y quien yace en la finca rural donde vive Mujica junto a su esposa Lucía Topolansky.
En entrevista con el medio CNN en Español, Mujica abordó diferentes temas relacionados con el acontecer político internacional, entre ellos, la situación en Venezuela. Sin embargo, el periodista que realizaba la entrevista también le hizo preguntas personales. En un momento de la charla, se le preguntó por Manuela.
"¿Cómo está su perra Manuela, una de sus mascotas preferidas? ¿Cómo está doña Manuela?", preguntó el periodista de CNN.
"Está muerta", respondió Mujica. "Vivió 22 años, lo que es un récord para un perro. Está enterrada abajo de una secoya", agregó.
"El día que yo me muera he pedido que me incineren y que las cenizas las pongan ahí, abajo de ese árbol, junto a Manuela", reveló Mujica.
"Cuanto más conozco a los humanos, más adoro a los perros", remató el expresidente uruguayo.
Manuela, quien había perdido parte de su pierna a causa de un accidente con un tractor que conducía el mismo Mujica, era conocida por acompañar al al expresidente de Uruguay durante su mandato, entre 2010 y 2015. La mascota tenía varios videos en Youtube y además una cuenta no oficial en Twitter, donde subía contenido relacionado con el entonces mandatario.
Su encuentro con un torturador
La entrevista también abordó otros temas, como la visita por parte de Mujica en 2011 al general Miguel Dalmao, en prisión por violaciones a los derechos humanos, que en su momento le valió muchas críticas al expresidente dentro de su sector, en el Frente Amplio. En ese contexto, el periodista le consultó si había tenido algún encuentro con algún torturador.
"He tenido varios encuentros. No olvide que fui presidente. Me propuse no perseguir a nadie. Incluso había un general preso que estaba enfermo y lo fui a ver, desconfiando de cómo lo trataban, porque no quería que por casualidad le pagaran con la misma moneda o parecida a la que me aplicaron a mí", afirmó Mujica.
"Recibí unas críticas brutales de mi propia gente. Pero ha sido mi manera de ser. Fui presidente y nunca agarré el teléfono para rezongar a ningún medio de prensa, esos que a uno le critican. He llegado a la conclusión de que es mucho mejor tratar de convencer y no ofender. Y soportar las ofensas. No es negocio cultivar odios", añadió.