John Carlin y el futuro de Theresa May: "Es posible que dimita"
Aunque el Partido Conservador consiguió la más alta cantidad de representantes para la Cámara de los Comunes en las elecciones británicas del jueves, con 318, Theresa May perdió. No pudo conseguir la mayoría absoluta que esperaba para reafirmar el liderazgo que tenía en abril, cuando las convocó, su partido, el Conservador, cedió 12 escaños, con lo que su continuidad en el cargo se ha puesto en duda.
Para el periodista y escritor británico John Carlin, columnista del diario español El País y autor de los libros como "El factor humano", la desmejorada posición en que quedó la Primera Ministra británica se debe al débil liderazgo que ejerció en las últimas semanas y no descarta que deba renunciar y que se llame a unos nuevos comicios en el futuro próximo.
Estamos en territorio desconocido, sin brújula y nadie tiene una idea clara de cómo se va a hacer y cuáles son los objetivos que se van a negociar. El Brexit fue un error colosal.
¿Cómo se explica este resultado? ¿Era esperable?
Al final, sí lo era. Las últimas encuestas indicaban que este era el resultado más factible. Podríamos utilizar muchos elementos para dar una respuesta, como factores socioeconómicos, los problemas de las elites y el rechazo a las instituciones, esos que escuchamos todo el tiempo, como sucedió en Estados Unidos con Donald Trump y Emmanuel Macron en Francia. Sin embargo, en el fondo, estas elecciones han demostrado la importancia de la personalidad del líder. El tiempo pasa, nos volvemos cada vez más sofisticados como seres humanos, pero la personalidad del líder sigue como lo más importante. La implosión personal de la Primera Ministra, Theresa May, en las seis o siete semanas que pasaron desde que se convocó a las elecciones, fue importante. Se fue debilitando, dio giros de 180 grados en sus políticas y perdió la imagen de estabilidad que quería transmitir. Cada semana se veía más afectada bajo los focos del escrutinio público. Perdió toda su fortaleza, ese "yo soy fuerte y estable" de su lema de campaña, que se convirtió en débil e inestable.
¿Qué se puede esperar ahora? ¿May está en condiciones de formar gobierno?
En el Reino Unido estamos en una época de perspectivas inciertas y caóticas. No veo posibiidad de que pueda formar un gobierno fuerte y estable, como ella plantea, ni tampoco que (su rival, el laborista) Jeremy Corbyn pueda hacerlo. Lo más probale es que dentro de no mucho tiempo se repetan las elecciones generales.
Es posible que dimita, aunque hoy trata de aferrarse al poder con las uñas, pero tal es su desperstigio dentro de su partido que es difícil.
¿En qué pie quedan las negociaciones por el Brexit, entonces?
El trasfondo es la confusión que se ha generado a partir del Brexit. Estamos en territorio desconocido, sin brújula y nadie tiene una idea clara de cómo se va a hacer y cuáles son los objetivos que se van a negociar. El Brexit fue un error colosal.
¿Se está repensando el Brexit?
Sí, ya se ha visto que el Reino Unido se ha metido en un lío innecesario. La vida sería más estable si hubieran votado a favor de la permanencia. Pocos entienden los pormenores que significa salir de la Unión Europea. Hay un creciente murmullo de desconcierto. Pero quizás esto sea una proyección mía y estoy siendo demasiado optimista, porque a mí me gustaría que se repensara. Aunque la evidencia es que este es un lío del carajo.
Ante esta falta de líderes con personalidad a la que hace referencia, ¿hay alguien detrás de May o Corbyn que aparezca para llenar ese vacío?
Para mí, lo más interesante de estas elecciones, lo más sorprendente, fue lo que sucedió en Escocia, donde se eligen 59 represenantes a la Cámara de los Comunes. El Partido Conservador tenía ahí solo uno, ahora consiguieron 13. Ese espectacular salto se debe a la personaldiad de la líder conservadora Ruth Davidson, para mi la figura política más interesante que hay, la que más convence, la que más simpatía genera. Quién sabe si ascienda al liderazgo, aunque sospecho que no tendrán la inteligencia en el Partido Conservador. Es carismática, lúcida, divertida y la responsable del buen resultado conservador en Escocia.
Dentro del Partido Conservador habrá presión para que May dimita. Será imposible formar una mayoría convincente para poder ejercer gobierno y negociar con contundencia con la Unión Europea.
¿En lo inmediato, qué es lo que va a suceder en el Reino Unido?
No tengo un pronóstico. Sí se que hay mucha incertidumbre, la que roza el caos. Dentro del Partido Conservador habrá presión para que May dimita. Será imposible formar una mayoría convincente para poder ejercer gobierno y negociar con contundencia con la Unión Europea [May se unió al norirlandés Partido Unionista Democrático, que obtuvo 10 asientos]. Se vienen semanas, meses de enorme confusión. Lo más seguro es que vuelvan a celebrarse las elecciones.
¿Aunque no es su intención ahora, es posible que May renuncie?
Es posible que dimita, aunque hoy trata de aferrarse al poder con las uñas, pero tal es su desperstigio dentro de su partido que es difícil. Está tambaleando, así es que puede que no tenga más remedio que renunciar. Ese es el gran asunto ahora en el Reino Unido. Es posible que númericamente los conservadores puedan alcanzar una mayoría de tres o cuatro escaños, pero eso en el actual escenario es muy volátil.
¿Se equivocó May al convocar las elecciones o era lo que debía hacer en ese momento?
En el momento que lo hizo (19 de abril) tenía mucha lógica, sobre todo para su liderazgo. Todas las encuestas le daban un apoyo enorme, pero dónde se equivocó fue en no reconocer sus deficiencias como líder. Después de eso, se vio cada vez más que esta mujer no era ni fuerte ni estable, como ella decía que era, sino que una persona asustada que, en el fondo, no tenía confianza en sí misma.