El dirigente del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim Al Hashimi Al Qurashi, murió en una operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos el jueves en Siria, más de dos años después de la eliminación de su predecesor.
El ejército estadounidense "sacó del campo de batalla" al dirigente del grupo ultrarradical en una operación llevada a cabo en el noroeste de Siria, anunció el presidente estadounidense, Joe Biden, en Washington.
Todos los soldados estadounidenses están sanos y salvos, precisó el mandatario, anunciando que se dirigiría a la nación más tarde.
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Según un alto funcionario estadounidense, el líder del EI se inmoló durante la operación haciendo estallar una bomba que cargaba. "Al principio de la operación, el objetivo terrorista hizo estallar una bomba que lo mató así como a miembros de su propia familia, entre ellos mujeres y niños", dijo.
La operación, que recurrió a helicópteros para el transporte de tropas, se produjo en Atme, en la región de Idlib, y causó 13 muertos, afirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
En octubre de 2019, Abu Bakr Al Baghdadi, predecesor de Qurashi, fue eliminado en un ataque en la región de Idlib, controlada en gran parte por yihadistas y rebeldes.
Según el OSDH, los militares aterrizaron cerca del campo de desplazados de la localidad de Atmé, y luego estallaron enfrentamientos.
Según periodistas de la AFP en el lugar, la operación estadounidense tenía como objetivo un edificio de dos plantas en una zona rodeada de árboles. Parte del edificio fue destruido y se veían rastros de sangre.
La región de Idlib está fuera del control del Gobierno sirio.
Hubo enfrentamientos que duraron dos horas, añadió el OSDH. "Al menos 13 personas, entre ellas cuatro niños y tres mujeres, murieron en la operación", precisó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.