Japón ejecutó el martes a un hombre condenado por la muerte a puñaladas de siete personas en 2008 en el distrito Akihabara de Tokio, informó el ministerio de Justicia.
Según el ministro de Justicia, Yoshihisa Furukawa, el sentenciado por el crimen, Tomohiro Kato, hizo una "preparación meticulosa" del ataque y mostró una "fuerte intención de matar".
"La sentencia de muerte en este caso fue alcanzada mediante suficiente deliberación de la corte", dijo el ministro a periodistas.
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"Basado en este hecho, aprobé la ejecución después de un escrutinio extremadamente estricto", agregó
Kato realizó la matanza el 8 de junio de 2008 y dijo a la policía que "vine a Akihabara para matar gente, no importaba a quien matara".
Fue detenido en el sitio poco después de los ataques, en los que embistió con un camión alquilado una multitud, antes de bajar del vehículo y apuñalar gente al azar.
Hijo de un banquero, Kato creció en la prefectura norteña de Aomori donde se graduó de un colegio de primer nivel. Falló en sus pruebas de ingreso a la universidad y posteriormente estudió mecánica automotriz.
Su enojo contra el público general creció cuando sus comentarios en un boletín público de internet, incluyendo sus planes de realizar la matanza, no generaron reacción alguna, dijeron los fiscales del caso.
Se trata de la primera aplicación de la pena capital en Japón desde diciembre pasado, cuando tres personas condenadas por asesinato fueron ejecutadas en la horca el mismo día.
Japón y Estados Unidos figuran entre los últimos países industrializados y democráticos que siguen aplicando la pena capital, un castigo que tiene amplio respaldo en la opinión pública japonesa.