El gobierno japonés anunciará el martes la fecha en la que empezará a verter al océano Pacífico las aguas tratadas de la central nuclear accidentada de Fukushima, declaró este lunes el ministro de Economía, Comercio e Industria.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobó el plan en julio, pero el proyecto genera preocupación entre los pescadores japoneses y de países vecinos como China.
Tokio asegura sin embargo que la operación, que durará décadas, no tendrá impacto en el medioambiente o la salud humana.
"Queremos convocar una reunión de los ministros afectados mañana [martes] para tomar una decisión sobre el inicio del vertido de agua, tras confirmar el avance de los esfuerzos para garantizar la seguridad y remediar los daños a la imagen", declaró el ministro Yasutoshi Nishimura en una rueda de prensa.
Un responsable de Tepco, el operador de la planta, declaró el lunes que el proceso podría empezar "uno o dos días" después de la decisión del gobierno.
Las autoridades japonesas tienen previsto verter al Pacífico hasta 1,33 millones de toneladas de agua, una cantidad equivalente a 500 piscinas olímpicas, de Fukushima, en el noreste del país.
La central sufrió una triple catástrofe (terremoto, tsunami y accidente nuclear) en marzo de 2011.
Tepco asegura que las aguas han sido tratadas, se han filtrado las partículas radioactivas y que no resultan peligrosas. Pero el tritio, un radionucleido que es peligroso para el ser humano en dosis concentradas muy elevadas, no pudo ser eliminado.