James Comey y la investigación sobre Flynn: "Entendí que (Trump) me pidió que la dejara"
James Comey, el ex director FBI, se presentó durante más de dos horas y media ante la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, a la que le reconoció que interpretó como una instrucción el hecho que Donald Trump le manifestara que "esperaba que encontrara la forma de dejar ir a (el ex asesor de Seguridad Nacional), Michael Flynn".
“No me dijo directamente que lo dejara ir. No lo obedecí, pero así lo entendí”, dijo.
“¿Se puede considerarse obstrucción a la justicia?”, le preguntaron.
"No pienso que yo deba decir si las conversaciones que tuve con el Presidente fueron obstrucción de justicia. Fue una cosa muy perturbadora, desconcertante", contestó.
"¿Y por que no hizo algo para detenerlo, para advertirle que lo que hacía estaba mal?", le inquirieron.
“Quizás si hubiese sido más fuerte, lo habría hecho, pero estaba tan sorprendió que no supe cómo actuar. No se me ocurrió qué hacer. Sólo pensé en que tenía que tener cuidado con lo que decía”, manifestó.
De todas formas, enfatizó que nadie de la administración Trump le pidió detener la investigación sobre la participación de Rusia y que es común que gobiernos extranjeros se acerquen al entorno de un futuro presidente.
La indagatoria sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, la cual confirmó sucedió tal como se ha expuerto en los medios, fue parte fundamental del cuestionario de los legisladores.
De hecho, Comey entiende que ese fue el motivo sobre su salida del Buró, debido a que al mandatario le incomodaba cómo “conducía” las pesquisas, las únicas respecto de las que lo interrogó durante los meses que trabajaron juntos.
Asimismo, reiteró lo que ha había señalado en el comunicado que apareció ayer, que "Trump no es sujeto de ninguna investigación" por parte del FBI.
El miedo a las mentiras de Trump
Antes de enfrentarse a los senadores, ayer se publicó el documento con se creía Comey abriría su presentación, aunque finalmente fue ocupado como guía de la audiencia.
El texto detallaba los cinco más importantes encuentros entre el entonces director del FBI y Trump. Ahí reconocía que empezó a llevar un memo sobre sus encuentros, físicos o telefónicos, con el magnate.
Las razones para hacerlo fueron reveladoras sobre su percepción del mandatario electo.
"Me preocupaba que el Presidente pudiera mentir sobre la naturaleza de esa reunión", dijo respecto de su primera cita con el magnate, a principios de enero, antes de que la asunción.
Sobre lo mismo, manifestó que “espero que haya cintas (de las conversaciones en la Oficina Oval)”.
El ex director del FBI enfatizó que "sabía que podría haber algún día en que necesitara un registro. No solo para defenderme a mí, sino que al FBI".
El agente reconoció le molestó que la Casa Blanca difamara su trabajo y el del FBI, que los tratara de una organización desordenada y pobremente liderada. “Esas eran mentiras y lamento que la gente del FBI tuviera que escucharlas, al igual que el pueblo estadounidense”, aseguró.
Correos electrónicos de Clinton
Otro tema que surgió durante el cuestionario fue la investigación del FBI a Hillary Clinton sobre el uso de un servidor privado para enviar correos electrónicos oficiales en su tiempo como secretaria de Estado.
La ex fiscal general, Loretta Lynch, le pidió que tratara como un “asunto” y no una “investigación” ante la prensa, como una manera de bajarle el perfil. “Eso me confundió”, reconoció, pues consideraba que estaba en juego la independencia del FBI.
La solicitud de Lynch es vinculada a una reunión que sostuvo con el ex Presidente Bill Clinton durante ese período de las pesquisas.
Tras la audiencia pública y televisada ante los parlamentarios, Comey tenía agendada a continuación una sesión privada con ellos.