El gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, votó a primera hora de este martes tras varias horas de reunión, por retirar los arcos de detección de metales situados a la entrada de la Explanada de las Mezquitas, en la ciudad vieja de Jerusalén.
Los aparatos, cuya instalación habían provocado duras protestas por parte de los palestinos, serán sustituidos por otros sistemas de seguridad menos intrusivos.
La instalación de los detectores de metales a la entrada que conduce a la Mezquita de Al-Aqsa se produjo después de que el pasado 14 de julio dos guardias israelíes murieran en un ataque con armas de fuego.
Los arcos de detección serán sustituidos por "tecnologías más sofisticadas", entre los que la prensa local cita la posibilidad de cámaras de alta resolución capaces de detectar objetos ocultos. Israel reforzará la presencia policial en la zona hasta que el nuevo plan sea implementado.
Los enviados de prensa desplegados en la zona habían ya consignado la presencia de trabajadores con maquinaria pesada en la entrada a la Explanada.