El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, pidió este domingo al Consejo de Seguridad que imponga "todas las sanciones posibles" a Irán, tras el ataque sin precedentes con drones y misiles que lanzó contra territorio israelí.
"El Consejo debe actuar", aseguró Erdan en una reunión de urgencia del Consejo, al exigir en particular que "se impongan todas las sanciones posibles a Irán antes de que sea demasiado tarde".
"La máscara cayó. Irán, principal apoyo mundial del terrorismo, expuso su verdadera cara como desestabilizador de la región y el mundo", agregó el diplomático.
Irán, por su parte, justificó su ataque, bautizado "Promesa honesta". El embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani, argumentó que Irán "no tuvo otra opción que ejercer su derecho a la autodefensa".
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Irán dijo que su ataque se produjo en respuesta a una mortal ofensiva aérea el 1 de abril contra el consulado de Teherán en Damasco, la capital siria, atribuido a Israel.
Dicho ataque mató a siete miembros de la Guardia Revolucionaria, incluidos dos altos oficiales, y provocó amenazas de retaliación por parte de Irán. Teherán acusó a Israel de ese hecho, que ni lo confirmó ni lo negó.
"El Consejo de Seguridad falló en su deber" al no condenar el ataque del 1 de abril, recalcó el embajador iraní al afirmar que Irán no quería una escalada pero respondería a "cualquier amenaza o agresión".
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Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió sobre una posible profundización del conflicto en Oriente Medio.
"Ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras", clamó Guterres. "Oriente Medio está al borde del abismo", dijo al Consejo de Seguridad.
"Los pueblos de la región se enfrentan a un peligro real de conflicto generalizado y devastador. Este es un momento para la desescalada y la distensión. Es el momento de mostrar la máxima moderación", insistió a las partes.
Guterres volvió a pedir un "alto el fuego inmediato" en Gaza y la liberación de los rehenes tomados por Hamás durante su ataque contra Israel del 7 de octubre.
El ataque iraní se produjo más de seis meses después del inicio de la ofensiva liderada por Israel en la Franja de Gaza contra el grupo palestino Hamás, apoyado por Irán.