Irán se reintegra a la comunidad internacional tras el fin de las sanciones
AFP
El presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró el domingo que se abre una "nueva página" entre Irán y el mundo tras la entrada en vigor del histórico acuerdo nuclear y el levantamiento de sanciones internacionales impuestas durante años a su país.
Este acuerdo, suscrito en julio con las grandes potencias, entró en vigor el sábado después de que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) —cuyo jefe Yukiya Amano viaja este domingo a Teherán— certificara que Irán respetó su compromiso de garantizar la naturaleza estrictamente pacífica de su programa nuclear.
Simultáneamente, al calor de este acuerdo, Teherán y Washington esbozaron un acercamiento y anunciaron la liberación de cuatro irano-estadounidenses detenidos en Irán, entre ellos el periodista del Washington Post Jason Rezaian, a cambio de siete iraníes detenidos en Estados Unidos.
Además de Rezaian, también abandonaron Teherán este domingo a bordo de un avión suizo con destino a Berna, el pastor Said Abdeini, el exmarine Amir Hekmati y un hombre llamado Nosratollah Khosravi, indicó la televisión de Estado.
El acuerdo, negociado por Irán con el grupo de potencias 5+1 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania), está considerado uno de los mayores éxitos de la política internacional del presidente estadounidense, Barack Obama, y de su homólogo Rohani.
"Nosotros, los iraníes, tendemos la mano al mundo en señal de paz y, dejando atrás todas las hostilidades, sospechas y complots, abrimos una nueva página en las relaciones de Irán con el mundo", declaró Rohani en un mensaje a la nación.
"El acuerdo nuclear no va en contra de los intereses de ningún país. Los amigos de Irán están felices pero sus adversarios no deben estar inquietos. Irán no es una amenaza para ningún país, es un portavoz de la paz, de la estabilidad y de la seguridad en la región y en todo el mundo", agregó el presidente iraní.
El acuerdo supone el inicio de un acercamiento entre Estados Unidos e Irán, que rompieron sus relaciones en 1980. Pero también genera descontento entre los aliados tradicionales de Washington en la región, como Arabia Saudita e Israel, que temen la influencia de la potencia chiita.
El primer ministro isralí Benjamin Netanyahu reafirmó este domingo la posición de Israel. "La política de Israel ha sido y permanecerá sin cambios: no se permitirá que Irán obtenga el arma nuclear", aseguró durante el consejo de ministros.
"Hora de construir el país"
Además de intentar tranquilizar en el exterior, el presidente iraní también quiso acallar críticas internas y destacó que "el acuerdo nuclear no supone la victoria de una tendencia política", en un mensaje a los medios ultraconservadores que se oponen a él.
"Ahora que las sanciones están levantadas es hora de construir el país", agregó.
Rohani afirmó además que quienes eran escépticos sobre los beneficios del acuerdo nuclear "estaban equivocados".
"Solo algunas horas después de la entrada en vigor del acuerdo, más de 1.000 líneas de crédito han sido abiertas por diferentes bancos (extranjeros), lo que prueba que los escépticos estaban todos equivocados", dijo en una rueda de prensa.
Las sanciones internacionales han afectado gravemente la economía de Irán, un país de 77 millones de habitantes con grandes recursos petroleros y gasíferos.
Los medios económicos internacionales están listos desde hace varios meses para volver a Irán, que posee las cuartas mayores reservas de crudo del mundo y las segundas de gas. Irán, un país de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), podrá volver a exportar libremente su petróleo.
Pero la perspectiva de un retorno de Irán a un mercado ya saturado por una abundante oferta y con un precio del barril por los suelos provocó este domingo una fuerte caída de las bolsas de los países petroleros del Golfo, en especial la de Arabia Saudita, la mayor de la región.
En todo caso, el acuerdo nuclear fue considerado en varias capitales como un éxito de la diplomacia internacional, aunque Estados Unidos destacó que permanecería "vigilante para verificar que Irán respeta sus compromisos" en los años venideros.
La República Islámica de Irán siempre negó haber deseado obtener el arma nuclear pero sí reivindica su derecho a explotar su sector nuclear con fines civiles y pacíficos.