La localidad de Nordelta, ubicada en la Provincia de Buenos Aires, Argentina, está en alerta luego de enfrentar una superpoblación de carpinchos (o capibaras) en diferentes barrios privados.
Los roedores han causado una serie de inconvenientes, como ataques a mascotas, han destrozado jardines y han causado problemas viales.
En ese sentido, los vecinos han aclarado que si bien "aman a los carpinchos", es necesario que sean trasladados a reservas naturales para poder retrotraer la población de estos animales a la existente en 2016.
Según detalla La Nación Argentina, el carpincho es el roedor de mayor tamaño en el mundo. Puede medir hasta 1,30 metros de largo y los adultos llegan a pesar 60 kilos.
"Son gregarios y viven en grupos de 10 a 20 animales, en los que siempre hay un macho dominante que controla un territorio, que suele ser de entre cinco y 20 hectáreas. Son anfibios y se alimentan de la vegetación", detallan.
Pero la pregunta es, ¿cómo llegaron los carpinchos a esa zona? De acuerdo a lo señalado por especialistas, el sector donde aparecieron estos animales está rodeado de lagunas, que es el hábitat ideal para aparearse, sobre todo cerca de la orilla, donde el agua es poco profunda, a pocos metros de las piscinas y los jardines de los vecinos.
Con este escenario, es díficil que no aparezcan en los barrios y traten de buscar comida o defenderse cuando ven algún peligro.
Los inconvenientes
Myriam Couriel, una vecina del sector, señaló que su perrita Oreo -una schnauzer mini- salió una mañana al jardín a hacer sus necesidades y terminó entre los dientes de un carpincho.
"Escuché gritos desgarradores. Me asomé por la ventana y vi a un carpincho con Oreo en la boca. Había dos; creemos que eran un macho y una hembra y ella estaba embarazada, por lo que el macho la defendió, aunque no sé de qué porque Oreo no hizo nada. Luego yo salí y los carpinchos se escaparon al lago", expresó a La Nación.
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Y agregó: "Terminamos cercando la casa, pero los carpinchos de algún modo u otro atraviesan el cerco. La semana pasada habían dos en mi jardín lo más tranquilos. Ni a mí ni a ninguno de los vecinos nos molestan, nos parecen divinos los carpinchos, pero desde que pasó lo de mi perro tengo miedo de que le pase algo a mi nieto. Hay que buscar la manera de controlarlos porque está repleto", comentó Myriam Couriel, una vecina del sector.
Otro de los problemas que han generado estos animales es la interrupción del tránsito cuando cruzan la calle. Incluso se han generado accidentes. Hace pocos días, un carpincho corrió hacia la avenida troncal que conecta los barrios de Nordelta y chocó con un motorista. Como este último venía a poca velocidad, ninguno de los dos sufrió lesiones.