El jefe de la inteligencia estadounidense, James Clapter, indicó este lunes en Washington que no había "signos por el momento" de que un acto terrorista fuera el origen de la caída del avión ruso de la compañía Metrojet en la península del Sinaí, en Egipto.
Clapter, director nacional de inteligencia (DNI), consideró además "improbable" que el grupo Estado Islámico contara con los medios para derribar un avión comercial en vuelo, precisando no obstante que no podía aún "excluir" esa posibilidad completamente.
La compañía aérea dijo que el Airbus 321 cayó debido a factores "externos", y que la desintegración del aparato en el aire no se debió a "ningún fallo técnico o error de pilotaje".
Tanto El Cairo como Moscú descartaron una reinvindicación de la rama egipcia del grupo Estado Islámico en el sentido de que había derribado el avión que el sábado se dirigía desde el balneario egipcio de Sharm el Sheij a Rusia y en el que murieron las 224 personas que iban a bordo.
Investigadores están analizando todas las posibles causas de la tragedia mientras registran el remoto lugar de la península de Sinaí donde cayó el aparato, en el marco de la investigación que realizan las autoridades egipcias pero en la que también participan expertos de Rusia, Airbus e Irlanda, donde el avión estaba registrado.